La tragedia de los cristianos de Siria

Una de las novedades de la crisis siria es que en los últimos días el Consejo Nacional que tiene su propio gobierno reconocido por las grandes potencias, Turquía y las petro-monarquías arábigas ha nominado como su Presidente a un cristiano: el ex comunista Geoge Sabra.

Con este movimiento la oposición busca mostrar que no es un instrumento del clérigo fundamentalista sunita de Siria y que tiene una agenda más plural y abierta. Sin embargo, dicho consejo sigue siendo dominado por la Hermandad Musulmana y por las finanzas de las 6 autocracias teocraticas del Golfo Pérsico donde este organismo se creo en noviembre pasado.

Todas las grandes potencias cristianas de Occidente apoyan al nuevo gobierno interino del Consejo Nacional de Siria incluyendo a EE.UU., Reino Unido, Francia, Italia, España, Alemania, Dinamarca, Noruega, Bélgica, Holanda y Australia. Éstas hoy colaboran activamente con Arabia Saudita y los otros cinco reinos despóticos que hay en su península, los mismos que coartan o proscriben la construcción de iglesias, sindicatos y partidos.

 Pese a que la prensa de las grandes potencias mucho habla de las atrocidades del régimen sirio ésta no le da suficiente importancia a la tragedia de los 2,5 millones de sirios que conforman el 10% de dicha nación.

La gran mayoría de los sirios cristianos rechazan o desconfían de dichos rebeldes pues muchos de éstos les han masacrado o forzado a emigrar, han destruido sus templos, buscan un Estado teocrático musulmán sunita hostil a todas las minorías (incluidos los chiítas) o están armados por Al Qaeda o las petro-monarquías arábigas, que en sus dominios persiguen u oprimen a las iglesias.

Siria donde nació el término ‘cristianismo’

Es sintomático que poco se hable de la tragedia de los cristianos de Siria, pese a lo importante que ha sido este país para la historia de los seguidores de Jesús de Nazaret. Nazaret queda a menos de 130 kilómetros de Damasco (la histórica capital de Siria), una distancia tan pequeña que es casi como la que hay entre los extremos norte y sur de la ciudad de Lima.

Lo que hoy se llama Israel, Palestina o Tierra Santa llegó a ser parte de Siria. La Galilea de la cual provienen Jesús, su familia y sus apóstoles es la zona limítrofe entre los actuales Estados modernos de Israel y Siria; y sus campos – así como también el río Jordan (donde Jesús fue bautizado por su primo mayor Juan) – son bañados por aguas que bajan de muy cercanos montes sirios.

El idioma en el que Juan Bautista, Jesús y sus familias se criaron y con el cual predicaron fue el arameo, el cual proviene de Aram, la región que en las épocas bíblicas se denomina a lo que hoy es el centro de Siria.

En Siria se encuentran varios mausoleos a personajes bíblicos que reivindican tanto a los cristianos como a los musulmanes (para quienes Juan Bautista y Jesús fueron los últimos profetas antes de que viniese Mahoma, el profeta final). En Damasco están los llamados sepulcros de Juan Bautista y Abel hijo asesinado de Adán, y en Alepo el de Zacarías, el padre de Juan Bautista.

Es en el camino a Damasco que Pablo de Tarsos reclama que vio a Jesús, quien le hizo cambiar desde ser un perseguidor de sus adeptos hasta convertirse en el futuro arquitecto del Nuevo Testamento y del cristianismo.

Tras la persecución a los cristianos en Palestina, Siria se convirtió en el principal centro de la nueva religión. Damasco fue una de las primeras ciudades en convertirse al credo diseminado por San Pedro. Algunos incluso hablan de que en la actual capital siria y su entorno se concentraron la mayoría de los primeros cristianos del mundo. Antioquía, el histórico puerto del norte de Siria (que hoy es parte de Turquía), fue un lugar desde donde partieron varios evangelizadores, como San Pablo, y donde se acuñó el término ‘cristianismo’.

El sudoeste de Siria fue la única zona del mundo árabe donde los cristianos siempre se mantuvieron como una mayoría (y donde luego se asentarían los cruzados). Francia, que entre las dos guerras mundiales controlaba Siria, decidió darle a la minoría cristiana siria una república propia para lo cual separó a Líbano del resto de Siria.

Aún hoy la iglesia ortodoxa siriaca es una excepción pues sus rezos oficiales no son en latín, griego o una lengua moderna sino en una variante del idioma arameo en el que evangelizaron Jesús y sus apóstoles.

Atentados contra los cristianos sirios

El pasado 21 de Octubre un carro bomba mató a 13 personas en un distrito cristiano de Damasco justo cuando el enviado de la ONU y de la Liga Árabe Lakhdar Brahimi visitaba Siria.

A fines del 2012 los insurgentes sirios capturaron Ras Al-Ayn, en la frontera con Turquía, ordenando a 200 familias cristianas salir de allí en plena noche. El cristiano Andrei Arbashe, 38, fue secuestrado y decapitado y luego su cuerpo fue echado para alimentar a los perros.

La hermana Agnes-Miriam, madre superiora del monasterio de Santiago el Mutilado (que queda entre Damasco y Homs), en declaraciones a la radio irlandesa se quejaba de que el Ejército Libre Sirio aterroriza a los cristianos.

Todos los 130,000 cristianos de Homs tuvieron que escaparse. Hablando al The Daily Mail, ella cuenta cómo durante dos días los insurgentes quisieron impedir sus ritos y también han ocasionado el desplazamiento de unos 300,000 cristianos. Ella en dicho diario inglés ha condenado a las potencias cristianas por apoyar a los rebeldes a pesar de las crecientes denuncias de cómo ésta ha hecho que el robo, la violación y el asesinato sean algo común ‘el mundo libre está apoyando extremistas’ quienes quieren ’imponer la ley religiosa sharia y crear un Estado islámico’.

Ante la TV rusa, el obispo sirio Lucas sostuvo que ‘extranjeros’ están destruyendo a las iglesias de su país y masacrando a sus fieles. Para él su Siria es parte también de la Tierra Santa pues allí fue donde se cristianizó Saulo y cambio su nombre a (San) Pablo y donde vivieron Ananías y Juan Damasceno. Dicho obispo sostiene que el pueblo cristiano sirio no apoya a la oposición, la misma que carece de militantes cristianos, que ‘iglesias han sido atacadas en todas las provincias’.

En Saidnaya se quemó a un monasterio, en Harasta, Arbin, Zabadani, Daraa, Alepo y alrededor de Damasco se han atacado a cristianos o a sus templos, que la catedral de Raqqa ha sido muy dañada, que dos padres en Hama fueron secuestrados y torturados y que el padre Fadi Haddad de Qatana después de sufrir esa misma tragedia fue asesinado

No obstante, el Presidente del ‘Consejo Nacional de las fuerzas revolucionarias y de oposición’, ente que une al grueso de la oposición, es el cristiano y ex líder comunista George Sabra. Tanto a él como al otro miembro cristiano de dicho Consejo Michel Kilo, el obispo Lucas cuestiona sus credenciales creyentes.

Si bien muchos cristianos pueden desconfiar de la dictadura de los Assad, la mayoría de ellos concibe que la oposición es peor aún. Mientras los Assad, que son miembros de la minoría alawita (una variante del Islam chiíta que tiene prácticas cristianas como la navidad) y buscan una sociedad menos sectaria y más abierta a todas las etnias, buena parte de la oposición busca un régimen influenciado por Arabia Saudita, Qatar y otras monarquías teocraticas y totalitarias del golfo Pérsico, que son los que les financian y arman.

Al igual que en Libia, dentro de los insurgentes actúan muchos asociados a Al Qaeda, los que buscan reemplazar toda forma de secularismo republicano por la ley religiosa. Si en Libia lo primero que hizo el nuevo gobierno post-Gadafi fue reestablecer la poligamia y luego atacó duramente a los negros, en Siria varios grupos insurgentes ansían reducir los derechos de las mujeres y de los cristianos.