Nueva York.- Toda la mística del Perú antiguo y el reconocimiento de la Quinua como producto básico en la lucha contra la desnutrición, quedaron graficados esta noche cuando la Primera Dama de la Nación, Nadine Heredia, ofreció un pago a la tierra en la sede de las Naciones Unidas.
La ceremonia formó parte del lanzamiento del Año Internacional de la Quinua, durante la 67 Asamblea General del organismo mundial, y contó con la participación del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon.
El acto se realizó en la misma sede de la institución, en la ciudad de Nueva York, con la representación del agradecimiento a la naturaleza por los productos obtenidos y su importancia en la alimentación de la población.
Llena de simbolismo, la ceremonia tuvo como protagonista a un chamán que arrojo a una bandeja de barro, en representación de la madre tierra, granos de quinua o conocida también como ‘el grano de oro’, mientras se interpretaba música del ande peruano.
El reconocimiento de la quinua como producto alimenticio provino de la Oficina de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO), cuyas investigaciones confirmaron que este producto cuenta con un alto valor proteico y numerosos aminoácidos para el desarrollo humano.
Investida como embajadora especial de la quinua, Nadine Heredia fue la primera de las personalidades que arrojó granos de quinua al envase de arcilla, como parte de un milenario ritual andino de agradecimiento a la naturaleza.
Luego del acto, grupos de baile deleitaron a los asistentes y danzaron piezas musicales propias de la sierra peruana, en una manifestación folclórica llena de colorido y vivacidad.
En los bailes se representaba el cultivo de la quinua, cuyo consumo en el Perú prehispánico es tan antiguo como la papa y el maíz, y básico para los habitantes del imperio inca hasta la conquista española.
Al finalizar la representación artística, los asistentes degustaron de un cóctel que contó con bebidas preparadas con quinua, además de bocaditos y entremeses elaborados con el grano andino.
Con la declaración del Año Internacional de la Quinua, la Primera Dama ahora tiene, en su condición de Embajadora Especial, el compromiso de difundir sus bondades como producto alimenticio, dar a conocer sus características de fácil adaptabilidad en el cultivo, y acercar a sus productores a los grandes mercados.
Por Julio Panduro, enviado especial de Andina