Jueves, 7 de Noviembre del 2024
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LA MAGIA DEL CHARANGO ANDINO

Publicado el 02/02/13


Con tan solo un instrumento entre manos y la fuerza telúrica de nuestra indomable raza inca, nos hace sentir orgullosos del Perú profundo, a través de su música y voz. El maestro de los maestros, Don Jaime Guardia Neyra, viene celebrando sus primeros 65 años tocando y encantando con su inseparable charango. Su inconfundible imagen tradicional y su preocupación por mantener nuestras costumbres e identidad, han permitido reconocimientos y condecoraciones dentro y fuera del país. Realmente fue un privilegio conversar con el brillante músico ayacuchano.

-¿Qué es el huayno para usted?

“Es la expresión de nuestras raíces, de nuestras costumbres, la autóctona identidad musical para evocar nuestro sentir a la tierra amada.”

-Entonces, ¿cuál es el alcance para los artistas de estos tiempos?

“Que el respeto a nuestro rico acervo andino, empieza utilizando los instrumentos adecuados y originales en su ejecución. Por eso, mi crítica a los llamados grupos latinoamericanos que tocan los huaynos con instrumentos no acordes en su rico repertorio. Ahora le llaman “huaynos comerciales” cuando se ejecutan con arpas electrónicas.”

-¿Igual piensa de los intérpretes?

“Cada uno de mis hermanos artistas impone su estilo, de como siente el huayno. Yo aprecio a los pioneros, no solo por el sentimiento en la interpretación, sino también por la letra.”

-Realmente, ¿quien lo motivó para incursionar en su carrera musical?

“Creo que fueron las palabras de aliento del célebre escritor José María Arguedas, luego de una actuación, cuando él era jefe de la sección folclor del Ministerio de Educación.”Jaime, tú encarnas el sentimiento peruano, con tu charango hay llanto sin límites”, fueron las lindas palabras de mi gran amigo.”

-¿Recuerda su primer charango?

“Cómo no, me lo regaló mi primo Ulises Pebe, en nuestra linda tierra Pauza. Fue un charango de sauce con cuerdas de tripa de chivo. Desde que lo tuve en mis manos, lo atesoré y no me equivoqué.”

-¿Y cuando llegó a la capital?

“A los 16 años, como todo provinciano con todas las ilusiones de trabajar y cumplir sus sueños. Gracias a Dios, recibí con cariño los primeros aplausos, sobre todo en los Coliseos de La Victoria, para el deleite de mis hermanos migrantes andinos.”

-¿Cuál es el mejor momento en su vida profesional?

“Todos son iguales para mi, los recuerdos con alegría y alto valor. Si puedo decir, que en el exterior cada vez más aprecian la música andina.”

-¿Sólo toca el charango?

“Sucede que desde pequeño crecí en una familia de músicos, casi todos eran guitarristas. Primero sentí preferencia por la quena, luego me encantó y sentí una identificación personal por el charango. Pero lo tenía que tocar a escondidas, porque había la creencia que ser músico era de bohemios y bandidos. Y no es así.”

-¿Le costó mucho llegar a este valioso sitial?

“Hubo una serie de adversidades, especialmente de contracorrientes para darle el sitio que se merecía el folclor en general. No hubo prioridad de parte de las autoridades oficiales para el apoyo respectivo. Las mismas disqueras te exigían grabar temas comerciales, sin mirar la cultura a través del pentagrama musical. Y muy pocas emisoras difundían el huayno de nuestras regiones, solo se escuchaban en las mañanitas. Bueno, eso ya es historia.”

-Usted engrandeció el huayno con La Lira Paucina.

“Que bellos recuerdos recorriendo todos los pueblos del país. Muchos todavía creen que el huayno es triste, cuánta alegría y sana diversión propiciamos con Lira Paucina. También hay que saber escuchar los yaravíes, interpretar la letra, como decía Arguedas.”

-Don Jaime, acaba de hacer historia grabando “Encantos Andinos”

“Así es. Esta vez muy bien acompañado con Pepita García Miró, estupenda intérprete, que con gran cariño tuvo que aprender quechua para cantar como las diosas. Por algo nos han otorgado el premio por record de ventas. Gracias a todos por la preferencia.”

Así de sencillo es Don Jaime Guardia, viajando por todo el mundo con su pequeño e inconfundible cordófono, que es una adaptación creativa del hombre quechua-aymara de los andes centrales y el altiplano.”Vírgenes del sol”, “Adiós pueblo de Ayacucho”, entre otras inolvidables huaynos tienen un nombre, Jaime Guardia.

Por Marcos Mendoza




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