Canberra, ene. 04 . Una ola de calor sin precedentes causó tantos incendios forestales en Australia que las autoridades impusieron un semitoque de queda para evitar episodios similares a los ocurridos en febrero de 2009.
Los reportes dan cuenta que en la ciudad de Adelaida los termómetros marcaron 44 grados Celsius, mientras que en Hobart, principal centro urbano de la isla de Tasmania, alcanzaron una nueva marca de 41,3.
El Gobierno de Canberra recomendó a los habitantes permanecer la mayor parte del tiempo en casa y hasta llegó a evacuar a centenares de familias, en previsión de que las llamas los abrasen.