La salud del expresidente Alberto Fujimori sigue siendo de cuidado. El último domingo – víspera de Año Nuevo- tuvo una recaída que obligó a su médico personal y congresista Alejandro Aguinaga y al médico del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) a trasladarse hasta la sede de la Diroes por esta emergencia.Fuentes penitenciarias precisaron a este diario que el técnico en enfermería que atiende al exmandatario no pudo controlar la caída de presión arterial y tuvo que pedir apoyo del médico del INPE y de Aguinaga, quien solicitó la presencia de un cardiólogo del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN). ( Perú 21 Pág. 6 )