Lima, ene. 23 . Las altas temperaturas del verano, acompañado de la humedad, son elementos que incrementan los problemas de salud en pacientes con diabetes, alertó la endocrinóloga del Hospital Sisol de Lima, Romyna La Rosa, quien recomendó una dieta balanceada y tener la insulina cerca cuando vayan a la playa.
La especialista dijo que paciente debe tener una dieta variada y balanceada con prioridad los alimentos en base a pescados y aves, siempre acompañado de una buena porción de vegetales.
Debe comer regularmente a la misma hora y nunca obviar alguna de sus comidas. Es importante que las frutas se coman enteras y entre comidas. No bajo la forma de jugos o extractos. Además comer porciones pequeñas.
“Es vital que tome agua con regularidad, sobre todo en verano. Un buen vaso de agua 10 minutos antes de sus comidas principales reducirá su apetito. Si come fuera, debe elegir los alimentos más sanos, como pescado o pollo asado, ensaladas y frutas. Evitar postres y productos fritos”, precisó.
Además nunca olvidar que junto con la dieta se debe practicar una rutina diaria de ejercicios de por lo menos 30 minutos al día. Puede caminar, trotar, correr, bailar, entre otros”, señaló.
En cuanto a la insulina dijo que no debe exponerse al sol y para que ofrezca los beneficios que esperamos debe mantenerse entre 2- 8°C .
“En la playa se debe mantener la insulina en una nevera portátil, pero no directamente sobre el hielo. Si el paciente es insulinorrequiriente, el calor y el nado pueden hacer que la insulina se absorba más rápido en el cuerpo. Así que el médico debe ajustar las dosis, las comidas y los líquidos que el paciente debe ingerir”, indicó.
“El calor también puede afectar los medicamentos y los accesorios de lectura de glucosa, para lo cual el paciente debe revisar las etiquetas de sus medicamentos para saber a qué temperatura mantenerlos o consultar con su médico endocrinólogo tratante”, agregó.
Recomendó igualmente a los pacientes con diabetes cuidar sus pies que, por el calor, suelen estar expuestos a cualquier herida, ya que la neuropatía diabética hace que el paciente pierda sensibilidad y una de las extremidades más afectadas son los pies.
“En el calor los pies sudan, por lo cual se debe asegurar que los pies estén secos y protegidos. Nunca caminar con los pies descalzos y siempre revisar al final del día todos los días si se tiene alguna herida”, indicó.