Ya nadie alcanza su pico deportivo a los 31 años. Menos en el tenis, donde periódicamente llega una camada de novatas adolescentes a subvertir todo el orden previo. La regla dicta que ellas deberían ser las reinas, pero, en este momento, reina hay una sola: Serena Williams.
El tenis femenino era un concurso de fuerza, pero también de técnica y colocación, hasta que llegaron al circuito Venus (32) y Serena, hace ya 14 años. En adelante, las Hingis, Henin, Clijsters y Capriati se agotaron y se fueron; la nueva generación empezó a jugar el juego de la potencia. Mala idea con Serena enfrente.
La menor de las Williams reina cuando quiere, y este año Serena dijo sí. La sorpresiva caída en primera ronda de Roland Garros no era el fin de una era, solamente un tropiezo. Después de dos años de lesiones y graves problemas de salud, Serena atropelló desde julio: Wimbledon, oro olímpico en singles y dobles, el US Open y, el último domingo, los WTA Championships de Estambul. Con un saque devastador e imposible de leer –crédito a sus muñecas– y un promedio de 40 winners por partido, Serena barrió a la 1 WTA Victoria Azarenka y, en la final, a Maria Sharapova sin perder un set. Sana y concentrada, Williams sigue en su patio de recreo, y mejorando.
Más cerca
Para el ranking WTA, la consistencia en el largo plazo es lo que vale. Pero este año sí nos permitió una verdadera número 1 y un top 3 inmenso. Jugando un gran tenis durante toda la temporada, Victoria Azarenka se ganó su lugar en la cima del ranking. Desde su primer título de Grand Slam en Melbourne, en enero, Vika mantuvo la vara alta hasta el gran retorno de Serena, y por poco no le arrebató la victoria en Nueva York.
Maria Sharapova (2 WTA) también se acercó a la promesa de tiempos pasados. Fuera de toda contención desde una operación en el hombro en el 2008, Sharapova recuperó su servicio y mejoró su movilidad para ganar el Grand Slam que le faltaba en la superficie que más le complicaba: la tierra batida de Roland Garros. La tenista rusa tiene menos variantes que Azarenka, pero, con 25 años y la ambición de regreso, hay espacio para progresar y seguir sumando. Siempre que Serena lo permita.
La dictadura de Serena
Williams tiene una racha de 31-1 desde junio y 17-0 frente al top 5 del circuito.
Ha ganado 15 títulos de Grand Slam en su carrera (5 Australian Open, 1 Roland Garros, 5 Wimbledon y 4 US Open)
Con sus triunfos en Wimbledon y Nueva York, Williams está en carrera para Grand Slam de temporada (sostener los cuatro majors a la vez). Podría completarlo en el Abierto de Francia, que solo ha ganado una vez (2002).