Park Geun-hye, hija del exdictador Park Chung Hee, se convirtió hoy en la primera mujer en asumir la presidencia en Corea del Sur.
Los primeros sondeos a pie de urna otorgaban un 50,1 por ciento de los votos a la candidata conservadora en las elecciones presidenciales, frente a un 48,9 por ciento del progresista Moon Jae-in, según la cadena pública KBS.
Esta mujer menuda, de 60 años, soltera y sin hijos, se resarce así de su derrota de 2007 en las primarias frente al actual presidente, Lee Myung-bak, un compañero de partido con el que en los últimos años ha marcado distancias al alinearse con diputados disidentes y oponerse a varias iniciativas estatales.
La promesa de Park de un mejor reparto de la riqueza y de un mayor acercamiento a Corea del Norte, así como el recuerdo de su padre, artífice de una dictadura que alumbró el milagro económico surcoreano entre 1963 y 1979, parecen haber convencido a la mayoría de surcoreanos en estas presidenciales.
Eso no quita que una parte del electorado, en buena parte jóvenes afectados por una mayor inestabilidad laboral y deseosos de un giro a la izquierda, sigan viendo en Park Geun-hye, tradicionalmente apoyada por los ciudadanos de edad más avanzada, un reflejo del autoritarismo del régimen de su padre.
EFE