El tenor español Plácido Domingo se convirtió hoy en embajador de buena voluntad de la Unesco por su carrera “excepcional” y por “su esfuerzo por llevar la música clásica a todo el mundo” , dijo su directora general, Irina Bokova, durante la ceremonia.
Este es el segundo galardón que el español recibe en poco más de una semana, tras ser homenajeado con el prestigioso anillo de honor de la Ópera de Viena el pasado día 14, y se une a la interminable lista de premios recibidos.
Su nombramiento como embajador de buena voluntad pretende reconocer una carrera artística “excepcional” , explicó Bokova, pero también el apoyo “inestimable” que Domingo (Madrid, 1941) ofrece a jóvenes músicos de ópera mediante iniciativas como el concurso Operalia.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) nombra Embajadores de Buena Voluntad a las personalidades que “contribuyen con su talento y su estatus a promover los objetivos del organismo en materia de educación, ciencia, cultura y comunicación”.
Este reconocimiento también ha sido concedido a futbolistas como Pelé, actores como Forest Whitaker, y cantantes como el también tenor Juan Diego Flórez, este último la semana pasada.