Estocolmo, oct. 10 . El Premio Nobel de Química 2012 fue concedido a los estadounidenses Robert Lefkowitz y Brian Kobilka por sus estudios de receptores que permiten a las células percibir su entorno y adaptarse a situaciones nuevas, informó hoy la Academia Sueca de las Ciencias.
Se trata de los receptores acoplados a proteínas G (GPCR, por sus siglas en inglés). En su justificación, la Academia explica que “durante mucho tiempo fue un misterio cómo las células podían percibir su entorno. Los científicos sabían que hormonas como la adrenalina tenían poderosos efectos: aumentando la presión sanguínea y haciendo al corazón latir más rápido”.
Por ello, se sospechaba que la superficie de las células debía tener algún tipo de receptores de las hormonas y fueron las investigaciones de los dos laureados las que arrojaron luz al respecto, según informó la agencia alemana DPA.
Lefkowitz comenzó a usar radiactividad en 1968 para descubrir estos receptores celulares, explica la Academia. Unió un isótopo de yodo a varias hormonas y gracias a la radiación descubrió numerosos receptores, como el beta adrenérgico (para la adrenalina).
El siguiente paso se dio en los años 80, cuando se incorporó al equipo Kobilka. Este científico consiguió aislar el gen responsable del receptor beta adrenérgico de entre el inmenso genoma humano.
Al analizarlo, los científicos descubrieron que el receptor era similar a uno presente en el ojo humano que captura la luz, por lo que concluyeron que existe una familia de receptores similares que funcionan de la misma forma.
Esa familia ha sido bautizada como los receptores acoplados a proteínas G. En torno a un millar de genes codifican estos receptores, por ejemplo para percibir la luz, los olores, los sabores, la histamina, la adrenalina, la dopamina y la serotonina.
Los estudios de Lefkowitz y Kobilka son cruciales para entender la forna en que funcionan estos receptores.
Además, en 2011 Kobilka consiguió otro logro: él y su equipo capturaron una imagen del receptor beta adrenérgico en el momento exacto en que es activado por una hormona y envía una señal a la célula. La imagen es “una obra de arte molecular”, destaca la Academia Sueca.
El premio está dotado este año con ocho millones de coronas suecas (1,19 millones de dólares). La Fundación Nobel recortó la cantidad en un 20 por ciento debido a la reducción de su capital a causa de la crisis económica y financiera.
La entrega de los galardones será como es tradición el 10 de diciembre, en el aniversario de la muerte de Alfred Nobel.