A la salida del estadio Nacional, algunos hinchas desadaptados rompieron los vidrios de la parte izquierda del bus que transportaba al seleccionado argentino rumbo al Westin Hotel en San Isidro.
Las piedras fueron lanzadas entre las avenidas Bausate y Meza y Paseo de la República, donde el grupo de hinchas pudo romper la seguridad para lanzar los proyectiles que por suerte no impactaron a ninguno de los jugadores ni parte del cuerpo técnico comandado por Alejandro Sabella.
Uno de los miembros de la delegación, el vicepresidente del club Boca Juniors, Juan Carlos Crespi, confirmó el lamentable hecho. “Nos tiraron con ladrillos”, expresó.