Los pobladores de la comunidad de Espinar en Cusco, dedicada a la actividad ganadera, trabajan la particularidad del queso, saborizándolo con orégano y rocoto, y lo procesan en una cámara especial durante 35 días en los que llega al punto de maduración.
“Si se les hace madurar en 90 días, son considerados productos de etiqueta negra. Hemos conversado con empresarios de Estados Unidos para empezar a exportar nuestros quesos”, comentó María Alvarado, representante de Placme, empresa en la que se elaboran los quesos.