A los 17 años, el actor Augusto Gutiérrez ya es un veterano en el teatro para niños. El primer personaje que interpretó fue el de “Lucho” en la obra “En el cielo no hay petróleo?”. En ese entonces tenía solo 12 años y no se imaginaba que iba a descubrir su vocación.
Al ver el entusiasmo con el que se entregaba a su trabajo en las tablas, sus padres lo apoyaron desde el principio aunque consideraban que se trataba solo de un pasatiempo. La responsabilidad con la que el joven artista tomaba cada montaje les hizo cambiar de opinión.
Es así que, paralelamente a sus clases en el Colegio Trilce, comienza a prepararse en talleres dictados por el actor Jesús Delaveux y por Broadway Perú, grupo de teatro musical. Su dedicación daría frutos ya que se le abrirían las puertas a una serie de nuevos proyectos teatrales.
“Los Sordos” (2009); “Mami… me quieres mami?” y “Annie el musical” (2010); “Mamma mia, el musical”, “Grease musical” y “Julieta” (2011) y Rent (2012) le darían experiencia y seguridad en el escenario y lo motivarían a exigirse cada vez más para conseguir su sueño.
“Hacer teatro para niños es definitivamente una de las mejores experiencias que he podido tener. No hay nada como ver la cara de inocencia, felicidad y esa chispa que te hace pensar: Hey, por eso estoy aquí arriba, para ver que algunas personas aun pueden creer en algo”, señala Augusto.
“El teatro para niños es sencillamente gratificante, estoy feliz de poder hacerlo durante toda una temporada y me gustaría volver a hacerlo después de esto”, indica. Añade que no es de las personas que planean de manera exacta su futuro, pero sabe que quiere seguir actuación como carrera.
“Sé que no quiero dejar las tablas de ninguna manera. También sé que me encantaría llegar a la pantalla chica como futuro cercano y la grande como no tan lejano; y me gustaría especializarme en pedagogía teatral”, expresa al destacar su participación en “Piel de asno”, junto a Laszlo Kovacs y Adriana Quevedo.