Premiada en el Festival de Lima de este año nos llega “Violeta se fue a los cielos”,

 Lo mejor de la cinematografía de nuestro continente se dio cita en el Festival de Lima de este año. Dentro de la variada y sobresaliente selección resaltó “Violeta se fue a los cielos” obra del cineasta chileno Andrés Wood, merecedora al premio del jurado oficial en la categoría de mejor actriz gracias al trabajo de Francisca Gavilán como la gran Violeta Parra, icono de la música latinoamericana.

Pero ¿Quién fue Violeta Parra? Llamada la Edith Piaf chilena, o más bien, la Bob Dylan chilena, fue una cantante, autora, recopiladora, poeta, pintora, escultora, bordadora y ceramista. Icono de la cultura popular y extraordinaria exponente de las tradiciones más profundas de nuestro vecino del sur. Su genio y talento le llevaron a exponer sus diversas artes en Argentina, Rusia, Finlandia, Alemania, Italia y Francia. Incluso el Museo del Louvre, en 1964, la convierte en la primera latinoamericana y primera mujer en general, en exhibir su trabajo ahí.

Aunque en ocasiones triste y doliente, su vida fue de una genialidad única, prueba de ello son sus más de 3 mil canciones, muchas de ellas las cuales han sido interpretadas por artistas de la talla de U2, Shakira, Michael Bublé, Juanes, Alejandro Sanz, Laura Pausini, Café Tacuba, Joan Manuel Serrat, Mercedes Sosa, Charly García, Silvio Rodríguez, Buena Vista Social Club y Miguel Bosé, entre otros.

Sus composiciones propias han sido elogiadas por críticos del mundo entero, tanto por sus letras poéticas, ingeniosas y socialmente comprometidas, como por su compleja elaboración musical. Violeta, una mujer vanguardista, se adelantó a su época y a través de su guitarra denunció y condenó la injusticia social que circundaba aquella época. Sin embargo, incomprendida y sufriendo por amor, de un disparo pone fin a su vida a los 50 años.

La película, adaptación libre del libro homónimo de su hijo Ángel Parra, muestra sus vivencias, ilusiones, sus amantes, recuerdos, esperanzas y logros en un recorrido acompañado por quienes la hicieron llorar, reír y soñar. Sin duda el retrato de una existencia excepcional que con actos y palabras nos invitó, y nos sigue invitando, a cruzar nuestros límites y darlo todo: “Escribe como quieras, usa los ritmos que te salgan, prueba instrumentos diversos, siéntate en el piano, destruye la métrica, grita en vez de cantar, sopla la guitarra y tañe la corneta. Odia las matemáticas y ama los remolinos. La creación es un pájaro sin plan de vuelo, que jamás volará en línea recta.”