Sin duda alguna, un gran paso para la inclusión social se viene dando en la Reserva Nacional Tambopata del SERNANP, y es que desde julio del presente año viene promoviendo el turismo accesible, una modalidad que permite el conjunto de actividades que posibilitan la plena integración de las personas con discapacidad y tercera edad, y que poco a poco viene en aumento en las Áreas Naturales Protegidas.
Gracias a ello, 35 jóvenes de diferentes nacionalidades, con diferentes tipos de discapacidades, como limitaciones visuales, auditivas y motrices, recorrieron diferentes lugares de la Reserva como la colpa de guacamayos Chuncho y la Estación Biológica y Puesto de Control Malinowski donde recibieron charlas a cargo de los guardaparques del ANP, además de experimentar aventuras inolvidables como cruzar una quebrada en “zip line” hasta la zona de camping donde cerraron la noche con a la luz de una fogata, guitarra y cantos.
Y por si fuera poco, al día siguiente tuvieron una travesía en canoas y kayacks hasta Wasai Tambopata Lodge, donde se bañaron en una de las playas del Tambopata para finalmente llegar a sus bungalows. Cabe resaltar que algunos de estos bungalows fueron adaptados con rampas para subir las sillas de ruedas. Por la tarde recibieron un curso de supervivencia y por la noche degustaron una parrillada de despedida.
Con esta primera experiencia se abren nuevas puertas y oportunidades para el turismo en la Reserva Nacional Tambopata, por lo que para continuar en esta tendencia, se ha programado para el 19 de agosto el ingreso de un nuevo grupo de turistas con habilidades diferentes. Por tal motivo los puestos de control que visitarán estos turistas serán adecuados a las necesidades de cada uno, así mismo nuestro personal guardaparque será capacitado para poder atenderlos de manera especializada.
Turismo para todos
Cabe resaltar que la vinculación entre accesibilidad y turismo es relativamente reciente y su actual significado implica el planeamiento, diseño y desarrollo de actividades para el ocio y el tiempo libre de manera que puedan disfrutarlos todas las personas, y no solamente verlo como un turismo para personas con capacidades restringidas. Por ello el turismo accesible no solo es un “turismo para discapacitados”, sino un “turismo para todos y todas”.