Liderado por el profesor Michael Hoffman, el inodoro que diseñaron se alimenta de energía solar y genera hidrógeno y electricidad. Recibieron un premio de US$100.000.
Los inventores se llevaron el premio de 100 mil dólares otorgado por la fundación de Bill y Melinda Gates, preocupados por el creciente problema que generan los desechos humanos. Lo presentaron durante la Feria de Reinvención del Inodoro, llevada a cabo en Seattle, Estados Unidos.
Funciona con energía solar y tiene un costo de 5 centavos de dólar por cada vez que es utilizado. El sol impulsa la acción de un reactor electromecánico que procesa el agua y los desperdicios humanos y los transforma en fertilizante e hidrógeno, que se almacena como energía.
El agua que sobra puede ser reutilizada para seguir alimentando el inodoro. Para la prueba se utilizaron 189 litros de heces falsas, hechas a base de arroz y porotos de soja.
El segundo puesto lo obtuvo un equipo de la Universidad de Loughborough, Gran Bretaña, que fue premiado con 60 mil dólares. Este retrete convierte los desechos en carbón vegetal y agua limpia.
El tercer lugar, con un premio de 40 mil dólares, quedó para un diseño realizado por investigadores de la Universidad de Toronto, que también produce agua limpia con las heces y la orina.
La preocupación que llevó a Bill Gates a invertir 40 millones de dólares en total se relaciona con que, según la Organización Mundial de la Salud, unos 2.500 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a baños sanitarios. Esto es desencadenante de numerosas enfermedades.