El Partido Pirata se confirmó como el fenómeno político de los últimos años en Alemania al ganar hoy más de 8% de los votos en las elecciones regionales de Schleswig-Holstein y entrar por primera vez en el parlamento regional de dicho estado federado.
Es la tercera victoria del joven partido en unos comicios locales: en setiembre obtuvo representación en el parlamento de Berlín con 9% de los votos y en marzo repitió la hazaña en el pequeño estado federado del Sarre con más de 7%.
Las encuestas pronostican además que entrará en su cuarto hemiciclo regional en las elecciones del próximo domingo en Renania del Norte-Westfalia, el “Land” o estado federal más poblado de Alemania y un “termómetro” para los comicios generales del año próximo.
Con un discurso centrado en la transparencia política y la libertad en Internet, la agrupación fundada en 2006 supo conquistar a un sector de la población cansada de los partidos tradicionales y ansiosa por mostrar su “indignación” por la situación en Europa.
FENÓMENO CRECIENTE
Algunos analistas le pronosticaron corta vida tras su sorprendente primer éxito en las elecciones de Berlín, pero desde entonces el fenómeno pirata no hizo más que crecer.
Los frecuentes patinazos públicos de sus líderes o el pasado neonazi de algún miembro no afectaron en lo más mínimo su popularidad.
Los sondeos nacionales lo colocan ya disputando codo a codo con Los Verdes el papel de tercera fuerza del país, por detrás de la Unión Cristianodemócrata (CDU), de la canciller Angela Merkel, y los socialdemócratas del SPD.
En los comicios de hoy en Schleswig-Holstein pudo ya tener la llave del gobierno, pero tanto la CDU como el SPD rechazaron de antemano una coalición con los piratas al considerarlos inexpertos