Miembros de la selección alemana de fútbol visitaron el antiguo campo de concentración de Auschwitz, en el sur de Polonia, una semana antes del comienzo de la Eurocopa, organizada de forma conjunta por Polonia y Ucrania.
Entre los representantes del fútbol alemán estuvieron el seleccionador del equipo absoluto, Joachim Löw y el mánager del equipo Olivier Bierhoff. Jugadores, entre ellos el capitán Philip Lahm y los polacos de nacimiento Miroslav Klose y Lukas Podolski, junto a a autoridades de la delegación recorrieron el sitio donde más de un millón de personas fueron asesinadas por los Nazis.
Todos ellos pasaron bajo la puerta con la tristemente célebre inscripción “Arbeit Macht Frei” (“El Trabajo os hará libres”).
El presidente de la Federación Alemana de Fútbol, Wolfgang Niersbach, dijo que era su deber enseñar a los jugadores alemanes que el racismo y el antisemitismo no tienen lugar en el deporte.