El presidente de Perú, Ollanta Humala, negó ayer cualquier intención de criminalizar la protesta social en el país en relación a una serie de manifestaciones contra una mina de cobre de capitales suizos en la provincia de Espinar, Cuzco. Se está defendiendo el Estado de Derecho”, dijo el mandatario en una conferencia de prensa en Ginebra.
Las protestas de las pasadas semanas en Espinar dejaron decenas de heridos y detenidos, incluido el alcalde Óscar Mollohuanca.Según un reciente informe de la Defensoría del Pueblo, hasta abril pasado se ha registrado la muerte de 14 personas. Insistió en que su prioridad es erradicar la exclusión social y promover “un crecimiento económico acompañado de una inversión responsable y de la explotación racional de los recursos naturales, respetando el medio ambiente”.