Roma, may. 21. A siete subieron las víctimas mortales del terremoto de 5.9 grados en la escala de Richter que sacudió ayer domingo el norte de Italia dejando también graves daños en la infraestructura de esa región, informó la prensa internacional.
Dos de los fallecidos eran trabajadores que murieron en el derrumbe de una fábrica de cerámica en Sant Agostino, cerca de Ferrara.
Un tercero perdió la vida en una fábrica de metal en las proximidades y la cuarta víctima fue encontrada en una zona industrial en Bondeno, a unos 15 kilómetros al norte de Sant Agostino.
Asimismo, fue encontrada muerta una alemana de 37 años en Casale y en Sant Agostino falleció otra mujer de 103 años, posiblemente debido a un ataque de pánico.
En Finale Emilia fue rescatado de los escombros el cuerpo de una niña.
Según la televisión pública Rai, hay al menos 50 heridos. Tras el terremoto, que se produjo a las 4:04 horas (locales), hubo varias réplicas cuya magnitud osciló entre 5,1 y 2,9.
De acuerdo a la información oficial, el epicentro fue ubicado en el valle del Po, con una profundidad de diez kilómetros.
La zona más afectada es la región en torno a Bolonia, Módena, Ferrara, Mantova y Rovigo.
El gobierno italiano confirmó que el primer ministro, Mario Monti, decidió regresar de Chicago, donde debía asistir hasta mañana a la cumbre de la OTAN.
Se calcula que cerca de 3.000 personas quedaron sin hogar tras el movimiento sísmico, sobre todo en la provincia de Modena y Ferrara.
Pese al temblor, las elecciones municipales convocadas para hoy y mañana en unas 120 ciudades italianas siguen su curso previsto, informó la Rai.