Lunes, 18 de Noviembre del 2024
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Perú e Italia: Hermanados por la migración muestra fotográfica

Publicado el 12/05/12

El Instituto Italiano de Cultura, en colaboración con la Embajada de Italia y la Liga Parlamentaria de Amistad Perú- Italia y con el auspicio del MBDA, presentarán del 16 al 30 de mayo, la exposición de fotografía “Perú e Italia. Hermanados por la Migración”  a cargo del profesor Giovanni Bonfiglio en  la Sala Luna Pizarro del Palacio de Congreso de la República de Perú (Plaza Bolívar s/n, Lima). La muestra podrá visitarse de lunes a viernes de 9 a.m. a 5 p.m. y los sábados de 9 a.m. a 1 p.m. Ingreso libre.

La exposición está compuesta por un conjunto de fotografías y paneles sobre la inmigración italiana en Perú y la peruana en Italia con el objetivo de mostrar las peculiaridades que el fenómeno migratorio ha creado en cada caso. La exposición está estructurada alrededor de cuatro secciones: introducción, instituciones, expresiones culturales y sociales, sucesos, grupos sociales y personajes.

A decir de Bonfiglio, curador de la exposición: ¡Las fotos que componen esta muestra son solamente un collage de imágenes que dan cuenta de los procesos de integración en ambos países. No se pretende agotar aquí un tema tan vasto, sino tan solo mostrar imágenes representativas, apelando al dicho: “una imagen vale más que mil palabras”. De las muchas imágenes disponibles se han seleccionado aquellas relacionadas con los procesos de integración cultural y social”.

Sobre la muestra dice Guglielmo Ardizzone, embajador de Italia: “La epopeya de la emigración italiana se extiende a lo largo de un siglo de historia, a partir de la segunda mitad de 1800, marcando de manera determinante la sociedad, la cultura y la economía de Italia, sobre todo en los años inmediatamente después de su unidad política y territorial. Permanece en la conciencia de los italianos como una realidad aún viva y bien presente. En el curso de los decenios, el fenómeno se ha caracterizado por hechos que se alternan: en algunos momentos se ha alimentado gracias a verdaderos éxodos de masa, suma de experiencias humanas de personas o de núcleos familiares que han dejado sus regiones de origen para iniciar una nueva vida”.

Por su parte Carlos Arias Schreiber, Presidente de la Liga Parlamentaria de Amistad Perú–Italia, asegura: La inmigración italiana al Perú es sin duda alguna de gran trascendencia para nuestra historia y aunque usualmente recordamos la producida a partir de 1840, la verdad es que la República de Génova, el Reino de  Nápoles y el Ducado de Milán, por ejemplo, ya habían proporcionado a la Armada Española expertos capitanes durante los siglos XVI y XVII, es por ello que los primeros migrantes italianos al Perú fueron en gran parte marinos, luego comerciantes, clérigos y hasta artistas de importancia. En 1584 y por encargo de los padres jesuitas, el italiano Antonio Ricciardi trajo consigo la primera imprenta que se instaló en el Perú y en la América del Sur.

Un noble napolitano que formó parte de la Corte Española, Don Carmine Nicola Caracciolo, Príncipe de Santo Buono, llegó a ser Virrey del Perú entre 1716 y 1720, período en el que creó una escuela artística dirigida por artesanos italianos.

Sobre la inmigración italiana al Perú se ha escrito extensamente, es amplia la lista de apellidos de italianos y de sus descendientes que han contribuido desde las distintas disciplinas del saber o el quehacer nacional al engrandecimiento de nuestra nación.

Es importante recordar que los italianos llegados en pequeñas cantidades en el siglo XVI, rápidamente se extendieron por todo el país, en todas las capas sociales y actuando en todos los ámbitos, tanto de la cultura (Rebagliati), la ciencia (Raimondi), el comercio, la banca (Banco Italiano-BCP), los seguros, la industria (Piaggio, Nicolini, Picasso), y también la política.

Como parte de ese proceso surgieron instituciones italianas, siendo quizá las más tempranas las Compañías de Bomberos Roma (1866), Italia (1868), Garibaldi (Chorrillos 1872) y Garibaldi (Callao 1873). La primera de estas compañías tomó parte en la defensa del Callao, el 2 de mayo de 1866, y todas actuaron también en la defensa de Lima, su puerto y balnearios durante la Guerra del Pacífico. Trece de los integrantes de la Garibaldi de Chorrillos que estaban cumpliendo su deber fueron fusilados por las fuerzas chilenas en un descampado aledaño a la playa La Herradura, el 13 de enero de 1881.

Aquellos no fueron los únicos italianos o descendientes de italianos que dieron la vida en defensa de su nueva patria. A nuestro héroe Francisco Bolognesi se le unen muchos más, entre ellos el maquinista de la corbeta Unión Pedro Luis Storace, natural de Battesino, quien tomó parte en toda la campaña hasta su muerte durante el bloqueo del Callao, sino que además nos dejó un valioso diario de la misma.

El proceso de inmigración italiana al Perú cesó luego de la Primera Guerra Mundial, pero tal como había sido su inicio, dicho cese fue paulatino, sin embargo hoy encontramos italianos asentándose entre nosotros los que mantienen la tradición de su actitud emprendedora, que los ha llevado a figurar destacadamente en la Banca, Pesca, Construcción de Hidroeléctricas y otras actividades económicas, contribuyendo decididamente al progreso de nuestro país”.

Giovanni Bonfiglio nos explica con mayor detalle:  “La relación más importante de hermandad entre los países se da a través de procesos migratorios, porque los emigrantes establecen vínculos que no son solamente económicos, sino también son culturales y afectivos. Entre Perú e Italia se han dado procesos migratorios, aunque en cada caso ha habido diferencias en el tiempo y en la magnitud del flujo migratorio.

La presencia de inmigrantes italianos en Perú se ha dado desde el inicio de la independencia nacional. Entre 1850 y 1870 se dio la mayor presencia de italianos en Perú, llegando a la cifra de alrededor de 8,000. Si bien desde entonces la cantidad de inmigrantes fue disminuyendo, se mantuvo un flujo migratorio constante hacia el Perú.

Como consecuencia de esta presencia precoz y continua, tenemos que hoy numerosos peruanos son descendientes de italianos. Un estimado conservador indica que por lo menos 500 mil peruanos son descendientes de italianos. Los encontramos en todas las regiones del país y en todo tipo de actividades. Aunque la mayor parte de la inmigración se ha ubicado en Lima y Callao, ha habido inmigrantes en todas las regiones del país. El hecho de que se tratara de un flujo migratorio reducido y continuo en el tiempo, ha favorecido su integración y ascenso en la sociedad peruana.

La migración peruana en Italia, en cambio, es un proceso reciente, que ha adquirido rápidamente una notable consistencia numérica. Ha iniciado en la década de 1970, como consecuencia del rápido crecimiento demográfico peruano y de la crisis económica que se vivió en esos años. Se estima que actualmente hay por lo menos 50,000 peruanos en Italia, y solo desde hace pocos años se nota la presencia de una generación de peruano-italianos. Las ocupaciones de la inmigración peruana en Italia son, en su mayoría, en actividades de servicios. En especial aquellas relacionadas con el cuidado que requiere la población de la tercera edad, en correspondencia con el fenómeno de envejecimiento de la población italiana. En cuanto a su ubicación geográfica, las ciudades donde se concentra esta migración son Milán, Bologna, Roma y Génova. Se trata de una emigración que aún se encuentra en su fase inicial, pero en un irreversible proceso de integración a la sociedad italiana.

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