“Laborismo y Borismo”

LIMA – El jueves 3 en Gran Bretaña se realizaron las elecciones municipales de varias ciudades importantes del país justo a 2 años de haberse dado las elecciones generales que dieron paso al primer gobierno de coalición conservadora-liberal demócrata de la historia.

Usualmente en los comicios locales de mitad de término la oposición suele capitalizar el desgaste del oficialismo, pero lo que pasó ahora es un verdadero cataclismo para los 2 partidos en el poder. El liberalismo democrático ha sacado el peor resultado de todos los tiempos recaudando un sexto de los votos. En Londres por primera vez han quedado cuartos, cosa que nunca pasó ni siquiera con los ancestros liberales y whigs de dicho partido que datan de al menos dos siglos atrás.

Los conservadores bordearon el 30% a nivel nacional, casi 10 puntos por debajo del laborismo, quien, de darse ahora unas elecciones generales anticipadas volvería al poder con más del 50% del Parlamento.

En la Asamblea de Londres los laboristas sacaron el mayor número de curules que un partido haya tenido alguna vez (12 de sus 25 escaños). Incluso lograron quitar su asiento al vicealcalde Richard Barnes, anterior jefe de la bancada conservadora.

Sin embargo, en medio de esa derrota a nivel nacional el alcalde tory Boris Johnson retuvo su puesto con un 51.5% en la segunda preferencia.

Él ha vuelto a ser el británico más votado de la historia mientras que su rival el ‘rojo’ Ken Livingstone siguió siendo el segundo en dicho ranking.

El hecho que Boris por segunda vez haya parado a Ken es un golpe al candidato más popular del ala izquierda del laborismo y de los amigos británicos de Cuba y Venezuela. Ken anunció que esta sería su última elección mientras que los resultados han mostrado que su Némesis no solo retuvo la alcaldía sino que es el nuevo líder conservador en camino.

Los pésimos resultados van a acrecentar una guerra civil en el gobierno haciendo que los conservadores duros pidan distanciarse de las concesiones hechas al alicaído liberalismo y dar paso a un programa económico más tipo Thatcher mientras que los liberales descontentos con su líder Clegg le echen la culpa a él por haberse convertido en el partido que pague la factura del descrédito de este gobierno de recortes.

Por su parte los “toris de Boris” muestran una nueva salida al conservadurismo. Este es el ‘borismo’, un giro al centro pragmático que ha hecho que Boris conquiste parte del electorado laborista. En Reino Unido el borismo avanzará como alternativa dentro del oficialismo y el laborismo como posible nuevo gobierno para el 2016 o antes.