Domingo, 22 de Diciembre del 2024
turismo



Como superar la frustración de no ingresar a la Universidad

Publicado el 04/05/12

Sabemos que ingresar a la universidad, marca el inicio de una nueva etapa en nuestras vidas, puesto que no solo será un lugar más de estudios, sino empezar a tomar decisiones por sí solos, proyectar y delinear un futuro, plantear metas y retos, etc. por lo que no conseguir ingresar en la primera opción, hace que se vean frustradas más cosas que simplemente el inicio de una carrera profesional, entonces ¿cómo superarlo?

Para los jóvenes:

Es importante que tengan en cuenta que hablar del ingreso a la universidad, no implica solo elegir una carrera, sino decisión, dedicación, esfuerzo, constancia y sobre todo tener pleno conocimiento de sí mismo; es decir saber cuáles son sus habilidades, qué es lo que mejor hacen y qué podrían mejorar.

Sabemos que se pueden presentar muchas dudas al momento de elegir una carrera, ya sea porque existe más de una en mente, por el aspecto económico, por lo que es más aceptado socialmente, por lo que dicen los padres o simplemente porque están desconectados de lo que quieren hacer. Y es en ese momento cuando se debe analizar lo que pasa, tal vez hay mucha presión o de repente se necesita de algo o de alguien que los pueda motivar un poco más. Todo ello se debe aclarar antes de postular a la universidad, porque si lo hacemos con todas estas dudas, nuestro éxito no podrá estar garantizado y la presión que sentiremos será aún mayor.

Por ello, también se tiene que hacer una mirada hacia lo emocional, ya que muchas veces son los factores emocionales los que no nos permiten pensar con claridad, ya sea por padres muy sobreprotectores, o por el contrario totalmente despreocupados o simplemente porque no hay una adecuada comunicación en el hogar. Esto hace que los jóvenes que pasan por una serie de cambios, presenten poca tolerancia a la frustración y si, por ejemplo, a la primera no pudo ingresar a la universidad creen entonces que el mundo se les cae encima.

Por ello, si el joven se llega a conocer, será mucho más fácil que sepa lo que quiere hacer de su vida, imaginándose como sería dentro de unos diez años; para poder tener una visión más clara de sus cualidades y de lo que necesitan mejorar, por lo que al tomar una decisión con mayor seguridad, podrá tener sus metas y compromisos más claros, lo que ayudará a obtener mejores resultados.

Aún así, si no se consigue ingresar a la primera, siempre es bueno tener una segunda alternativa, ya que esto es parte del camino de la vida y no el fin de una experiencia. No se puede ser negativo en caso de no ingresar a la universidad, sino precavido, para poder tener claro lo que viene después y evitar perder el tiempo.

Para los Padres:

Los padres también tienen que conocerse para poder ayudar a sus hijos a superar momentos difíciles, ya que si como padres no hemos superado alguna situación conflictiva del pasado, terminaremos sintiéndonos mal también nosotros y empeorándolo todo.

Es así que cuando el joven dentro de la familia, siente la seguridad de que lo apoyan y respaldan, los resultados son distintos. Es importante tener en cuenta que no se puede ser ni demasiado sobreprotector, ni muy autoritario. No confundir los roles de ser papás con ser amigos o jefes, ya que el padre es la persona que va a orientar, que va a dar pautas, pero no quien va a decidir por el hijo, y eso no implica volverse autoritarios y dedicarse a juzgar o castigar al joven; sino que se tiene que buscar un punto medio, que no es lo mismo ser un día autoritario y al otro un amigo más. El punto medio es permitir al joven desarrollarse libremente, pero brindándole las herramientas necesarias para darle seguridad al momento de tomar decisiones y se haga cargo de sus consecuencias. Por lo que las bases para esto, están en la comunicación constante y libre.

Ayudémoslos a levantarse de las caídas; también podemos apoyar después de un fracaso, empezando por aclarar por qué sucedió, ya que pueden ser situaciones que se dan desde haber tenido una inadecuada preparación, hasta la ansiedad o angustia que les generó el postular a la universidad. Para esto debemos tener la capacidad para ayudarlos a reponerse de la mala experiencia y replantear nuevas o diferentes opciones de estudio.

Por Karla Martell Zapata Consultora Organizacional de Perfil



Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *