Martes, 7 de Mayo del 2024
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CHILE Y PERÚ INVERTIRAN EN MINERA 234 MIL MILLONES DE DOLARES HASTA AÑO 2019

Publicado el 03/04/12

GRUPO CHILENO SIGDO KOPPERS AMPLIA SUS OPERACIONES PARA POTENCIAR NEGOCIOS EN CHILE, PERÚ, BRASIL.

“De aquí a 2019 se proyectan inversiones por sobre los US$ 234.000 millones en minería en Chile y Perú”, dice Juan Eduardo Errázuriz. “Ambos países producen el 37% del cobre del mundo, y después de las inversiones, podrían llegar al 50%”, confía el ejecutivo.

La movida del grupo empresarial chileno Sigdo Koppers es consolidarse como un proveedor de clase mundial en un rubro promisorio en América Latina: la minería. “Estábamos muy fuerte en ingeniería, en transporte para minería, en puertos, en tronadura, pero nos faltaba la parte intermedia de servicios a la minería, teníamos un vacío y nos interesaba generar una cadena de valor para los clientes”, dice Errázuriz, quien controla la sociedad a través de un pacto de accionistas junto a la familia Aboitiz y otros cuatro inversionistas más, con el 12,5% de las acciones cada uno (el restante 25% está en manos de AFP y otros inversionistas institucionales).

INVERSON MINERIA CHILE-PERU
“Empezamos a revisar todas las alternativas hasta que apareció ésta”. Las perspectivas son buenas en la minería chileno-peruana.

“De aquí al año 2019 se proyectan inversiones por sobre los US$ 234.000 millones en minería en Chile y Perú”, dice Errázuriz. “Ambos países producen el 37% del cobre del mundo, y después de las inversiones, podrían llegar al 50%”, confía el ejecutivo.
Con esta y otras inversiones, el grupo espera duplicar su tamaño en ventas de aquí a cinco años. “Deberíamos llegar a los US$4.000 millones sin considerar el área automotriz. Y a US$6.000 si la incluimos”, dice Aboitiz.

La joyita empresairal del grupo es Magotteaux que tiene 12 plantas productivas en diez países (principalmente en la propia Bélgica, Brasil, Estados Unidos, Canadá y Tailandia) y 38 oficinas comerciales en 24 países. “Se espera que dicha transacción genere sinergias operativas para el grupo, brindando un adecuado acceso geográfico a nuevos mercados y a nuevos clientes”, dice el informe de Feller Rate.

La empresa es una especie de joyita. Aparte de ser líder mundial en su área, es fuerte en I+D. Tiene centros de desarrollo en Bélgica, Sudáfrica y Australia y ha patentado más de 20 tecnologías y procesos propietarios en 60 países. “Eso le da una ventaja y le permite diferenciarse”, dice Aboitiz. “La región de Bélgica a la que pertenece tiene políticas públicas fuertes en incentivos a la innovación y nueva tecnología muy fuerte, y eso ayuda a que el desarrollo continúe”.

Cuentas claras. La empresa ha previsto que sus índices de liquidez no se resientan. Todos los recursos obtenidos por CTI (cerca de US$315 millones por el 50,1% de la propiedad de CTI) se destinarán a la compra de Magotteaux, además de un crédito puente por poco menos de US$380 millones, a 18 meses del banco francés BNP Paribas.

El segundo paso es un aumento de capital por US$370 millones, aprobado a fines de octubre por la junta de accionistas y a concretarse en enero de 2012. Los integrantes del grupo controlador suscribirán la parte que les corresponde y se espera que el resto de los inversionistas también lo haga. “Lo que va a quedar libre va a ser suficiente para el mercado chileno”, dice Aboitiz.

“Y vamos a quedar con recursos para los planes de inversiones”. ¿El foco? Capitalizar a las filiales y potenciar los negocios en Chile, Perú y Brasil.

“Uno de los temas a evaluar es cómo se va a financiar la compra, porque de eso depende que se mantenga el precio financiero”, dice Rina Jarufe, analista de Fitch Ratings. “Y desde ese punto de vista, nos parece muy positivo el aumento de capital”.

Con eso, a la empresa le quedará el camino despejado para echar a andar los US$300 millones que pretende invertir en los años 2012-2013 (a los que se suman otros US$100 millones de Magotteaux). El 30% de eso se invertirá en el extranjero.

“La política financiera de la compañía es que los proyectos de las filiales sean financiados directamente por éstas, ya sea a través del uso de generación interna de caja de las propias filiales o de financiamiento externo”, dice Gabriela Clivio, gerenta de estrategia de la corredora VanTrust Capital. “Y eso es positivo”.

PROYECTO PETROQUIMICO EN PERU– El proyecto petroquímico en Perú, que construirá junto con el grupo local Brescia, es quizá la inversión más fuerte del grupo: US$850 millones en total, en cuatro años.

– EXPANSION A BRASIL– Además, el grupo Sigdo Coppers busca expandirse en Brasil. Ya aumentó su presencia tras la compra de Magotteaux, que tiene una fábrica en Brasil y abastece a parte de la industria cementera brasileña. Pero también quiere ampliar sus operaciones en arrendamiento de equipos y maquinarias.
“Ya partimos con el negocio de arrendamiento de equipos, con una empresa en Curitiba”, dice Errázuriz. “Y esperamos tener novedades en el primer trimestre del próximo año”.

NEGOCIOS EN COLOMBIA– También tienen negocios en Colombia, en el área de arrendamiento de equipos y servicios a la minería.

EL SALTO A ASIA– Pero quizá el salto más importante para Sigdo Coppers es haber puesto un pie en Asia, donde su filial Magotteaux tiene una presencia fuerte. Y es que la diversificación geográfica es una especie de seguro frente a su principal flanco débil: una alta sensibilidad a los ciclos económicos, por las industrias a las que provee.

Errázuriz prefiere mirar más allá de las crisis. “No conozco ningún proyecto de inversión que se haya pospuesto o parado por todo lo que está pasando”, dice. “El desarrollo de este tipo de iniciativas es de tres, cinco y seis años. Por eso, ahora es la oportunidad de partir”.



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