Lunes, 25 de Noviembre del 2024
Individual de Sonia Cunliffe
Como parte de las muestras paralelas de la Primera Bienal de Fotografía de Lima, organizada por la Municipalidad de Lima y el Centro de la Imagen, Fundación Euroidiomas presenta esta muestra que nos invita a mirar una lección sobre el sexo sin pudor en la ancianidad a través de un conjunto de fotografías antiguas, provenientes de la Colección Privada de Pornografía de Jorge Bustamante Arce, que han sido intervenidas por la artista. Imágenes que interpelan nuestra mirada y prejuicios sobre el sexo en la vida de una pareja adulto mayor.
Sonia Cunliffe una de las miradas renovadoras en la fotografía local, nos sorprende con una cruda pero sobre todo una real mirada sobre el deseo. Una muestra que nos hace reflexionar sobre cómo vivimos una época tan hiper sexualizada como manipulada, cómo los medios invaden nuestra mirada con imágenes donde “lo atractivo” se muestra como cuerpos firmes y frescos; y así nos venden la idea que el deseo sexual, naturalmente tiene que ver con la juventud, lo lindo y flaco, en palabras de Susana Torres, curadora de la muestra.
Sonia Cunliffe (Lima, 1966) cuenta con una activa trayectoria en Brasil, país en el que estudió Artes Plásticas y Fotografía en la Escuela Panamericana de Arte de Sao Paulo, donde además hizo un Máster de Fotografía de moda dirigido por Otto Stupakoff. Estudió Historia del Arte en el Instituto Tomie Ohtake, Historia de la Fotografía en el MAM Museo de Arte Moderno, ambas en Sao Paulo. En 2008 presentó su primera individual “Mujeres moldes – moldes mujeres” en la Galería Vértice, en 2009 “Backstage” en MAD Lima y en 2010 “Mutaciones de Venus” en Galería Vértice. Desde 2005 participa en muestras colectivas de Brasil, Argentina y Chile. En el Perú en LIMAPHOTO 2010 y 2011, BAZARTE 2011, entre otras, y en la Bienal del Bronx, New York 2010.
Texto de Susana Torres, curadora de la muestra
LA MEMORIA DEL DESEO Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor aunque la violencia se practica a plena luz del día. JOHN LENNON
Vivimos una época tan hipersexualizada como manipulada. Los medios invaden nuestra retina con imágenes donde “lo atractivo” se muestra a través de cuerpos firmes y frescos. Nos venden la idea que el deseo naturalmente tiene que ver con la juventud, con lo lindo, con lo esbelto.
Nos hicieron creer que el deseo “fuera de término” debe ser reprimido. Nos enseñaron a considerar vergonzoso y marginal el sexo en la vejez.
Estandarizaron nuestra mirada educándonos sobre lo deseable, sobre lo deseado. Nos hicieron creer que ser joven significa ser más amado.
Sonia Cunliffe nos hace reflexionar sobre todo aquello. Y nos sorprende con una cruda pero sobre todo una real contemplación del deseo. Una mirada propia que se articula a través de la mirada ajena, reordenando fotografías tomadas de una vasta colección para exhibirlas en una apuesta plástica.
Fotografías de la década de 1930 en las que una pareja anciana se exhibe como en un manual personal de sexo: la historia de César y Paquita.
Pero no siempre fueron mayores. Paquita había sido la joven “querida de César” que rompe con él (como rompe la primera fotografía de este archivo, el retrato del amante abandonado) por un matrimonio formal y una vida estable. El destino quiere que se reencuentren en la vejez, cuando, a pesar de compromisos y cambios físicos, el interés y las ansias reanudan sus encuentros sexuales.
Como todo buen fotógrafo, César es voyeur. Sistematiza cada encuentro y cada escarceo. Necesita crear la memoria de sus deseos.
Hace listas de los encuentros furtivos, detallando cada avance y arrebato. Convierte a la fotografía en la prueba de sus hazañas eróticas. Y el cable de la cámara (visible en varias tomas cruciales) es el nexo entre su sexo y su pupila.
Aprieta una y otra vez el disparador fotográfico como penetrando a Paquita. Ella se deja hacer, queda a merced de su amante y de su mirada.
Imágenes personalísimas que el tiempo ha vuelto ajenas. Hasta que ese antiguo gesto es ahora intervenido por otro igualmente pasional. El de la artista.
Sonia Cunliffe nos invita a espiar estas tomas carnales como quien se sorprende al descubrir “la escena primaria”.
Cunliffe revela antiguos negativos y devela aquellos impúdicos gestos. Transformándolos en pequeñas fotos que nos cuesta observar. Dispone las imágenes obtenidas en un catre real de metal con lupas focalizadas sobre las escenas que nos esforzamos en mirar. O evitar.
La transgresión sexual de una pareja anciana se revela como la excusa para replantear una serie de perjuicios en nuestras miradas. Lo perturbador no está en el acto sexual desde lo vetusto, si no en la del acto fotográfico que lo prolonga hacia esa zona de nuestra libido en la que nunca caduca el deseo
Como parte de las muestras paralelas de la Primera Bienal de Fotografía de Lima, organizada por la Municipalidad de Lima y el Centro de la Imagen, Fundación Euroidiomas presenta en su espacio de arte la propuesta fotográfica de la joven artista Zoë Massey, del 20 de marzo al 17 de abril.
“No eras tú, soy yo” explora la construcción de la imagen propia a través del reflejo y la mirada de otros. Esta propuesta explora teorías psicoanalíticas sobre la ansiedad de ser observados, los efectos de la mirada ajena sobre nuestro concepto del yo y el ideal del individuo total versus la posibilidad de fragmentación. Este punto de partida se problematiza a través de la fotografía y su capacidad de observar, reflejar y reproducir mecánicamente la interacción de la mirada humana.
Zoë Massey (Lima, 1976) estudió Fotografía en el Instituto Antonio Gaudí, hoy Centro de la Imagen. En 2004 presentó su primera individual “Del cómo lanzar piedras con la mano izquierda” en el Centro Cultural La Noche, en 2009 “Peroni Art Night” en el Restaurante Rodrigo, y en 2011 “Carnaval toda la vida” en la galería Cecilia Gonzáles Arte Contemporáneo. Desde 1999 participa en diversas muestras colectivas, entre ellas, “Noche de Arte” 2007 y 2008, “Smog” en Galería D76, “Apus de Lima” en Fundación Euroidiomas, BAZARTE 2011 y LIMA PHOTO 2011. Es directora del colectivo de arte Late la Noche.
La muestra se inaugura el martes 20 de marzo a las 7:30 p.m. en el Espacio de Arte de la Fundación Euroidiomas, calle Libertad 130 Miraflores (altura 3 de Pardo). La muestra podrá visitarse hasta el 17 de abril, lunes a viernes de 9:00 a.m. a 8:00 p.m. y sábados de 9:00 a.m. a 6:00 p.m. El ingreso es libre.
Texto de Cristine Tamayo:
Balzac (amante a ultranza de las contradicciones humanas) pensaba que todos los cuerpos físicos están compuestos de imágenes fantasmales superpuestas, una infinidad de capas etéreas una sobre la otra, creando la ilusión de lo tangible. No creía posible que la fotografía pudiera crear, ex nihilo, un duplicado de lo visible; concluyó, entonces, que la máquina fotográfica deshojaba delicadamente a los objetos de su capa exterior, luego convertía este velo en partículas de plata, milagrosamente reactivas a la luz. La réplica de los objetos en el espejo y la mirada no le sugirió el mismo proceso alquímico — la idea de un ojo ávido de sustancia ajena descompondría seguramente su imaginario realista.
Nosotros, posmodernos, estéticamente promiscuos, reconocemos en esta conversión mágica de la materia el origen secreto de la ansiedad de ser observador. Ser objetos de la mirada de otro nos produce una reacción física, nos hace perder autonomía, como si en ese acto nos quitaran una de las invisibles capas protectoras que imaginó Balzac. Esa pérdida nos recuerda que somos seres fragmentados, aferrados a la ilusión de una imagen sólida e indivisible del yo. Después, buscamos en la mirada ajena lo que nos falta, el suplemento que nos haga enteros, permanentes. Reconocernos en el ojo ajeno nos completa: por un instante la ansiedad se apaga, somos uno en el otro, íntegros al fin. Tránsito ilusorio, nuestra reconfiguración se repite infinitamente, deshaciéndose y completándose siempre en el reflejo.
