LIMA – El Islam es la religión más extensa del Viejo Mundo. Uno puede partir desde Gaza y Sinaí en 3 direcciones diferentes y encontrará miles de kilómetros de costas musulmanas. Por el este desde el sur del Mediterráneo hasta el noroeste atlántico africano; por el sur desde el Mar Rojo hasta partes de Mozambique; y por el oeste contorneando toda la península arábiga y el Océano Indico hasta el río Indo.
Mas, entre el norte de Gaza y Turquía mahometana hay un pequeño litoral, el del este del Mediterráneo, cuya parte sur está dominado por Israel, el centro por los cristianos del Líbano y el norte por los alawitas de cuyo credo proviene el actual mandatario sirio.
Los musulmanes componen un 40% al 45% de los habitantes del territorio que detenta u ocupa Israel y más del 55% del de Líbano, aunque en el caso de Siria hay diferentes criterios para saber quiénes son o no mahometanos. Los alawitas, que representan un 65% de la costa siria (Latakia), son presentados por su correligionario Assad como islámicos, aunque muchos sunitas les consideran como otra religión.
Latakia es étnica y religiosamente más homogénea que Israel/Palestina o Líbano. Allí todos hablan árabe y el credo principal, sobre todo en su mayoría rural, es el alawita (un sincretismo entre chiismo islámico, cristianismo, platonismo, zoroastrismo y antiguos cultos persas, helenos y fenicios).
Los alawitas son una fe secreta que ha combinado las creencias de sus invasores y se ha camuflado ante ellos. Latakia ha sido conquistada por hititas, fenicios, asirios, babilonios, persas, egipcios, griegos, romanos, distintas realezas musulmanas centradas en los actuales Arabia Saudita, Egipto, Siria, Irak, Irán y Turquía, los cruzados, los otomanos y finalmente los franceses.
Estos últimos recibieron apoyo dentro de la población local hostil a los otomanos, lo cual hizo que París recolectara un alto porcentaje de alawitas en sus tropas locales. Francia, además, permitió que Latakia entre 1920 y 1937 tuviese varios status, incluyendo el de Estado.
París permitió que Líbano se separase de Siria para darle una república propia a los cristianos árabes, pero en 1937 reintegró Latakia a Siria y dejó que el litoral que está a su norte (Hatay/ Alejandreta) se conforme como un Estado aparte hasta que en 1939 Turquía se lo anexó expulsando a gran parte de su población que era mayoritariamente árabe y alawita.
Los alawitas se opusieron a ello y hasta los 1950 no quisieron parte de Siria. El alawita Zaki al-Arzusi, tras fracasar en una rebelión separatista en Hatay, cofundó el Baath, partido que tomaría Damasco en 1963 y que luego llevaría a los alawitas al poder en 1970 con el golpe de Assad.
Si Latakia sirvió como una de las bases para el ataque que impuso al actual régimen sirio, un “ataque de locura” de fundamentalistas sunita contra los alawitas podría animar futuros separatismos en Latakia si ésta se sintiese muy atacada.