“Todo va bien entre nosotros. No tengo nada que reprocharle. Los últimos meses fueron difíciles en lo que concierne la política de la ATP, a veces puede ser frustrante”, sostuvo el cuádruple campeón del torneo oceánico.
El domingo, Rafael Nadal embistió contra la actitud de su rival en las reuniones de jugadores de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), que están pidiendo cambios en la organización como reducir el calendario de la Copa Davis o aumentar el monto de los premios de algunos torneos.
“La suya (su postura) es fácil: no digo nada, todo positivo, quedo como un ‘gentleman’ (caballero), que se quemen los demás. Pero eso tampoco es así. Cada uno tenemos nuestra opinión. Cada uno es libre de tener una visión diferente de lo que son las cosas”, había dicho el número dos del mundo.
“(Nadal) dijo varias veces que estaba un poco cansado y frustrado de todo este proceso y estoy de acuerdo con él. Es normal. Pero para mi nada ha cambiado en nuestra relación. Estoy completamente tranquilo y relajado en este tema”, sostuvo el helvético en la conferencia de prensa que brindó después del encuentro, en el que llegó a su 60ª victoria en el Abierto de Australia.