Lima, ene. 09 . Los poseedores de armas podrán este año la regularizar su tenencia, sin riesgo de sanciones, gracias a la amnistía que lanza esta semana la Dirección General de Control de Servicios de Seguridad, Control de Armas y Municiones (Dicscamec), que busca reducir el número de armas ilegales, estimada en más de 180 mil.
El director general de Control de Servicios de Seguridad Control de Armas, Munición y Explosivos de Uso Civil, coronel EP (r) Carlos Aguirre Carbajal, detalla que, en la actualidad, la institución tiene registradas, para personas naturales, 76 mil 893 armas con licencia vigente y 148 mil 569 con el documento vencido.
“En el caso de personas jurídicas existen 32 mil 814 licencias vigentes y 37 mil 20 con fecha vencida. Es decir, que más del 50% de armas en todo el país está fuera de la ley”.
La razón de esta situación, indica, es la legislación laxa y excesivamente flexible para la tenencia de armas, cuyos requisitos en muchas ocasiones no se cumplen a cabalidad.
“La Ley 25054 que norma la fabricación, comercio, posesión y uso particular de armas y municiones que no son de guerra, del 20 junio de 1989, es demasiado benévola. Otorga concesiones, como la tenencia de cinco armas y 600 cartuchos o balas para uso personal. Los deportistas pueden poseer las armas que quieran, y así lo dice la ley”.
Las exigencias para acceder a una licencia son mínimas, agrega. “Hemos detectado que hay consultorios y clínicas que, en vez de realizar el examen psicológico necesario, sólo otorgan el certificado a sola firma. La evaluación no es la adecuada. Allí hay una vulnerabilidad”.
Precisa que se rectificó la prueba de tiro, ya que se había descubierto “un mercado de traficantes que no ayudaba en nada” a que los postulantes a la licencia pasen el examen como debe ser.
“Existe un montón de armas afuera, con personal no calificado y eso es mucho riesgo, a lo que se suma la gran cantidad de armas que entran ilegalmente y no se tiene control sobre ellas”.
Ante este panorama, la Dicscamec programó una amnistía que buscará “desinflar el 60% de licencias vencidas”, asevera el coronel (r) Aguirre.
“No hubo una campaña de este tipo antes. Estamos otorgando una tregua administrativa para que todos se acerquen y empiecen a declarar sobre la situación del arma que poseen. Se brindará un plazo para regularizar o legalizar su tenencia”.
El esfuerzo –enfatiza– estará puesto en llegar a los lugares más alejados en el país, para obtener el impacto esperado.
En 2004 y 2006 se realizaron amnistías que permitieron la regularización de 15 mil 715 armas, entre ellas carabinas, escopetas, pistolas y revólveres, cifra muy pequeña si se considera que más de 180 mil se encuentran en situación irregular.
Esta campaña no viene sola, pues la institución trabajará de manera paralela una propuesta legislativa que espera sea aprobada en el Congreso, ya que permitirá incrementar el control sobre el uso y situación de las armas, si se considera que cada año crece el número de personas que las solicitan. Sólo el año pasado se otorgaron 37 mil 427 licencias para armas de fuego para uso civil.
Entre las propuestas legislativas, el titular de la Dicscamec destaca la necesidad de que las licencias de uso no sean por cinco años, sino por tan solo dos, y que sea obligatorio que las armas pasen una revisión técnica anual.
La licencia se renueva cada cinco años y eso tiene que cambiar, consideramos que es demasiado y vamos a solicitar que sea cada dos años.
“Vamos a pedir que la edad mínima para portar armas sea de 21 años y no 18, además de exigir una justificación para poseer el arma. Hace poco una persona me contó que quería un arma porque vivía en un barrio ‘achorado’. Esa no es una justificación”.
El coronel (r) Aguirre expresa que se pedirá prohibir de manera explícita la tenencia de armas en lugares públicos, como un centro comercial o discotecas, entre otros.
“El que posee un arma ya dejó de ser un hombre libre plenamente. Tiene una responsabilidad. El problema de la delincuencia es complejo, pero no por eso debemos armarnos todos. De lo contrario, pondría un tanque en la puerta de mi casa”.
La Dicscamec también tiene por objetivo reducir la cantidad de municiones. “En la actualidad, se permiten 600 cartuchos mensuales, pero nadie sabe qué pasa con ese material. Hay personas que se dedican al deporte, guardan un arsenal en su casa y hasta ahora no participan en un concurso. Debe haber un registro automatizado del gasto de municiones”, señala su director general, coronel (r) Carlos Aguirre Carvajal.
Indicó que a la par de la amnistía, se buscará que el Ministerio de Salud intensifique el control de los centros médicos que expiden certificados psicológicos para tenencia de armas.
Se pedirá, igualmente, más operativos de la Policía y la Fiscalía para detectar el ingreso, así como venta ilegal de armas y municiones.
Para reforzar el trabajo, este año se reabrirán 13 oficinas descentralizadas, que se sumarán a las 10 que en este momento funcionan en el país.
Las armas se clasifican por tipo, marca, modelo, calibre y número de serie, vienen de Austria, Estados Unidos, Argentina. Cuando llegan al país son internadas en los almacenes de la Dicscamec y si bien se les puede comprar en determinados establecimientos, solo después de obtener la licencia pueden ser retiradas del almacén.
En este momento, la Dicscamec tiene almacenadas cerca de 15 mil armas nuevas. Los precios de las armas varían de acuerdo con el modelo y tipo. Se les puede encontrar a partir de mil nuevos soles o 300 dólares.