Scarlett Johansson se casó con el protagonista de ‘Linterna Verde’, Ryan Reynolds, en el año 2008, y aunque se separaron en el 2010 la actriz no se lamenta, ya que sintió el instinto de formar una familia junto al actor.
“Es lo mejor que he hecho nunca. Creo firmemente que cuando algo lo sientes de verdad, debes hacerlo”, confesó la actriz.
“Creo mucho en los instintos. Casarme fue lo correcto ya que fue muy natural. Surgió un romance, amor y el deseo de formar un futuro, y me siento muy afortunada de haberme casado con alguien que resultó ser como yo creía que era”, señaló.
Sin embargo, Johansson admite que pasaban demasiado tiempo separados y que no se sentía preparada para mantener la llama viva.
En una entrevista para la versión americana de la revista Cosmopolitan afirmó que “las relaciones son complicadas. Estar casado es como un proceso de respiración, siempre activo. Creo que no estaba muy concienciada de los altibajos. No estaba preparada para ceder. Ambos estábamos muy ocupados. Pasábamos mucho tiempo separados y eso es difícil”.
La actriz, que tras su matrimonio salió con Sean Penn durante cinco meses, admite que le gustan los chicos malos.
“Me atraen las cualidades de aventurero y quizás que sea algo travieso. También me gusta que cuestionen las normas y que sean proactivos. Si esa es la definición de chico malo, pues eso es lo que me gusta”, añadió.