LIMA –
Las navidades, si bien son la mayor fiesta de la mayor religión de la historia, se celebra con elementos provenientes de pueblos de las demás principales creencias.
‘Domingo/25/Diciembre’ es una frase compuesta con 3 palabras de origen no cristiano. Los días de la semana y los meses se denominan de acuerdo a la herencia pagana romana, en tanto que los dígitos fueron importados desde la cuna del hinduismo y el budismo (India) a la Cristiandad mediante los árabes que des-cristianizaron e islamizaron a todas las tierras bíblicas.
Jesús nació, vivió y murió obedeciendo el primer testamento judío. Sus comidas eran muy distintas con las que hoy se celebra su alumbramiento. En su última cena Jesús compartió el vino y el pan sin levadura (el cual hoy solo menos de 15 millones de judíos consumen en cada Pascua recordando la escasez de la travesía desértica de Moisés), mientras que todas las carnes que él ingería debían ser sacrificadas y desangradas según los ritos judaicos, y jamás se podían probar sin que hubiesen pasado 3 horas desde que se hubiese bebido leche.
Hoy la carne navideña preferida es el pavo, que solo conocieron los cristianos en el último cuarto del tiempo de existencia de dicho credo cuando hace medio milenio los españoles llegaron a México. Estas aves no son matadas según las costumbres bíblicas y se les degusta a la par que se toma el chocolate lácteo caliente.
Éste, a su vez, se prepara con alimentos desconocidos en la biblia. De Mesoamérica vienen la vainilla y el cacao, el cual era usado por los aztecas como moneda y se le consumía honrando a sus dioses, a quienes se les ofrendaban miles de corazones humanos (incluyendo de los primeros católicos que perecieron bajo esas prácticas). De la India de 330,000 dioses proviene el clavo de olor, la canela, la nuez moscada y el azúcar de caña.
Hoy en navidades de habla, ora o canta en más de mil lenguas, aunque nadie las festeja en arameo, el idioma de Jesús y sus apóstoles. Los principales exportadores de los juguetes navideños son los chinos ateos o budistas. Cada 25 de diciembre en el mayor reino cristiano que subsiste (el británico) no funciona el comercio o el transporte público, y las únicas tiendas y taxis que operan son de propiedad de musulmanes, sijs, hinduistas o judíos.
Más del 70% de la humanidad no profesa el cristianismo, en tanto que estas fiestas se han popularizado descristianizándose y convirtiéndose en una de la principales de la globalización multi-confesional