Fuentes judiciales indicaron que los presos estaban siendo juzgados por asaltos a bancos o por su implicación en el asesinato de miembros de las fuerzas de seguridad.
Esta fuga es la segunda desde el pasado 22 de junio, cuando 58 reclusos, todos miembros de Al Qaeda, escaparon de una prisión en la ciudad de Al Mukala, en el este de Yemen, a través de un túnel de 35 metros de largo después de un ataque armado desde el exterior del penal.
Esta evasión colectiva se produce cuando Al Qaeda extiende su influencia en el sur del Yemen, uno de los países inmersos en la primavera árabe y que se caracteriza por ser refugio de miembros de la organización extremista.
Al Qaeda tiene en Yemen su base de operaciones para la Península Arábiga, cuenta con campos de entrenamiento clandestinos y actúa esporádicamente con actos terroristas y ataques a retenes policiales y militares.