Europa, uno de los satélites del planeta, tendría grandes océanos interiores. La revista Nature publica esta semana un nuevo estudio que respalda la teoría.
Los expertos explicaron que en caso de que existiera esta posibilidad, se trataría de microorganismos similares a los que se han descubierto en la Tierra, en condiciones extremas como las de Río Tinto en Huelva.
La investigación, a cargo de Britney Schmidt, del Instituto de Geofísica de la Universidad de Texas, comparó las capas de hielo de Islandia y la Antártida con la geología de la luna de Júpiter, llamada Europa, donde el terreno parece aún activo y puede cambiar con el tiempo.
En su análisis, publicado en el último número de la revista Nature, los expertos hallaron que el agua es particularmente activa entre las capas de hielo y hay incluso grandes lagos.
Según explicó Schmidt, una de las incógnitas del satélite de Júpiter era por qué su “terreno caótico” es tan distinto, por lo que se centraron en observar dos superficies – Caos Conamara y Thera Macula- para entender sus similitudes y diferencias.
Para ello, los expertos recurrieron a la Tierra para estudiar cómo el agua y el hielo interactúan y concluyeron que el agua se comporta como un fluido hidráulico.
Es decir, que responde a las fuerzas de presión que recibe del hielo que tiene por encima y puede colapsar de manera dramática debido a la presencia de fracturas.
Al aplicar estos principios a la luna Europa, los expertos encontraron que hay grandes lagos líquidos entre las capas de hielo y que la dinámica de estos lagos es crucial para su geología.
Schmidt dijo que trabajó en este proyecto desde septiembre de 2010 hasta el pasado marzo y considera que es posible que Europa sea más habitable de lo que se estimaba.
EFE