Martes, 19 de Noviembre del 2024
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Presentan manuscrito de Casanova, el mujeriego más conocido de la historia

Publicado el 17/11/11

Aventurero, jugador, libertino, intrigante: el célebre veneciano plasmó sus memorias en 3.700 páginas en las cuales hace el relato detallado de sus encuentros amorosos.

El manuscrito de la Historia de mi vida será exhibido en una muestra homenaje en la Biblioteca Nacional de Francia, que lo adquirió por 7 millones de euros.

A través de sus 3.700 páginas, escritas con cuidada letra cursiva y en francés, Giacomo Casanova (1725-1798), el afamado conquistador narra sus vicisitudes a lo largo y ancho del continente europeo, donde fue a la vez “aventurero, jugador, seductor, un poco espía, masón, alquimista, ladrón o viajero”, entre otros muchos epítetos que acompañan su recuerdo, destaca la curadora de la muestra, Corinne Le Bitouzé.

Su mayor fama vino de sus conquistas amorosas que, según la cuenta que él mismo llevaba, fueron 132, todas debidamente asentadas en su Historia de mi vida, con lujo de detalles y un estilo realista que convirtió a esa autobiografía en un documento imperdible sobre las costumbres de la época.

Su apellido se convirtió en sinónimo de galanteo y el personaje en prototipo del amante.

Era también un hombre cultivado, que hablaba latín y griego -hizo una traducción de La Ilíada-, escribía en francés y cultivaba muchas relaciones en la alta sociedad, en la cual, de paso, utilizaba sus dotes de espía. Como cuando se introdujo en el círculo íntimo de la marquesa de Pompadour, la amante del rey Luis XIV.

En sus escritos, hay menciones a muchos personajes célebres que frecuentó en su paso por cortes y salones, como Voltaire, Rousseau, Mozart, Catalina II de Rusia, Federico II de Prusia, etcétera.

Llegó a vivir del juego, al que era muy aficionado. Eso, cuando no apelaba a la venta de información sensible a una corte sobre sus rivales. A las mujeres, en cambio, las cortejaban por amor, no por interés, ya que “se enamoraba profundamente de las que conocía”, según Le Bizouté.

La curadora de la muestra lo describe así: “Casanova medía 1,85 metros, era bastante bello, de tez oscura y, sobre todo, fue un hombre en movimiento, muy enérgico”,

Las historias de Casanova con las mujeres fueron muy variadas: desde aventuras novelescas hasta la frecuentación de prostitutas, toda la gama de posibilidad. Una vez, en Estambul, como lo cuenta él mismo, tuvo relaciones homosexuales.

Para Casanova, sus vivencias en España y Londres fueron “las menos brillantes”, de todas las que experimentó en los 67.000 kilómetros que recorrió.

En España, sin embargo, vivió dos romances que lo marcaron: con Doña Ignacia y con una italiana, Nina Bergonzi, que le mostró el “camino más oscuro del vicio”. Con esta última pasó 42 días recluido en Barcelona.

“Los celos de los hombres españoles le sorprendieron mucho”, señala Le Bitouzé,

Los escritos de Casanova se diferencian de su contemporáneo el Marqués de Sade -a quien no conoció: podría decirse que mientras el primero narra sus vivencias en un tono erótico, el segundo cae en el género pornográfico.

“La diferencia entre ellos dos es que Sade es un personaje del encierro, mientras que Casanova es todo lo contrario. Cuando estaba recluido, su único objetivo era huir”, dice Le Bitouzé, en referencia a su evasión de la prisión de “Los Plomos” en Venecia. También estuvo preso en España, dos veces, por breves períodos.

Como él mismo lo dijo: “He amado mujeres hasta la locura, pero antes que a ellas siempre he preferido mi libertad”.



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