Es la pena máxima que se podía aplicar y la que era exigida por los fiscales. El juez, que lo llamó “mentiroso”, lo halló culpable de homicidio involuntario por administrarle al “Rey del Pop” una sobredosis del anestésico propofol.
El fiscal pidió que se le negara al doctor Murray la libertad condicional, pues “al ver todo el panorama se puede observar el alto grado de negligencia, egoísmo y traición a la confianza de Michael Jackson”. Adicionalmente le pidió al juez Michael Pastor que sentenciara a Murray a pagar $100 millones como restitución a la familia de Jackson, cantidad correspondiente a lo que iba a recibir el artista por concepto de su tour.
Por su parte, el abogado defensor dijo que Conrad Murray era un buen doctor que había cometido un error: “Murray cometió un error pero no es un peligro para la comunidad. Hay que preguntarse si él merece cuatro años de cárcel”.
Para el Juez Michael Pastor esto se trata de un caso de negligencia criminal, no un caso de malas prácticas profesionales. Es así como se entiende que Murray conocía la consecuencia de sus actos. “Michael Jackson murió por lo que hizo y dejó de hacer el médico Murray, y no por un hecho aislado, no por un error o accidente, murió por las decisiones que el doctor tomó repetidamente y que llevaron a la muerte de Jackson”.
“No puede haber libertad condicional para una persona que no reconoce sus errores, que no entiende el sentido de rehabilitación, que violó la confianza de su paciente, un paciente extremadamente vulnerable”, agregó el juez Pastor.