El presidente norteamericano, que también anunció la retirada de tropas de Irak,cree que es tiempo de reconstruir la economía. Pidió a la oposición que apoye su plan de empleo.
El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, afirmó hoy que los logros en Irak, de donde todas las tropas saldrán a finales de año para dar por terminada la guerra, y en Libia con la muerte de Gadafi recuerdan cómo su país ha renovado su “liderazgo” en el mundo.
“Ahora la nación que necesitamos construir es la nuestra”, subrayó Obama en su habitual discurso de los sábados transmitido por radio e internet.
El mandatario recordó que este viernes anunció “orgulloso” la retirada definitiva de los cerca de 40.000 soldados que aún permanecen en el país árabe, lo que, “tras casi nueve años, pondrá fin a la guerra de los Estados Unidos en Irak”.
Además, la muerte de Gadafi “demostró que nuestro papel en la protección del pueblo libio, para ayudarles a liberarse de un tirano, fue lo correcto”, agregó Obama.
Durante la última década, los Estados Unidos gastaron 3.000 millones de dólares en la guerra, se endeudaron fuertemente e invirtieron muy poco “en la mayor fuente de nuestra fuerza nacional: nuestra gente”, repasó el presidente.
“Tenemos que hacer frente a este desafío con la misma urgencia y unidad que nuestras tropas pelearon” en el exterior, añadió.
Por ello, volvió a insistir al Congreso sobre la necesidad de aprobar su plan de creación de empleos, valorado en 447.000 millones de dólares y que ya sufrió dos derrotas en el Senado en los últimos diez días.
“Es tiempo de unirnos y de mostrar al mundo por qué los Estados Unidos siguen siendo la mayor fuente de libertad y oportunidades que el mundo haya conocido jamás”, concluyó Obama.