Visiones del cuerpo, paisajes del alma en fotografías de Pilar Pedraza

Continuando con su programa de exposiciones, la Fundación Euroidiomas presenta la muestra Al cuerpo de la fotógrafa peruana Pilar Pedraza que será inaugurada el jueves 6 de octubre en su Espacio de Arte ubicado en calle Libertad 130 Miraflores.

Al cuerpo reúne una serie de fotografías en la que Pilar Pedraza centra su análisis en el cuerpo que se separa del ser. Lo hace para hablarle a ese ente que le domina, para intentar descubrir lo que le recorre por dentro. “No hay intención en ella de una búsqueda de belleza, ni menos de una belleza complaciente a otras miradas. Lo bello pasa a ser lo natural en el otro cuerpo: la vellosidad, las arrugas o las formas grasas en su forma natural”, escribe el artista plástico José Tola.

A un año de su primera individual “Jardín de Auras” donde exploraba el cuerpo ajeno, a través de la fotografía en blanco y negro, para descubrir desiertos epidérmicos sin artificios y cargados de una necesidad de introspección, en esta nueva muestra Pilar Pedraza nos sorprende con fotografías en mediano y gran formato donde los campos de piel y el cuerpo etéreo conforman fragmentos de imágenes inimaginables en formas, colores y texturas. Al cuerpo se complementa además con escritos que nos invitan a escudriñar, con especial afecto, en nuestra naturaleza corpórea.

Pilar Pedraza realizó estudios de fotografía en La Araña (1984-1988), bajo la tutela de Hernando Suárez Vértiz. Ha participado en exposiciones colectivas, entre ellas, Autorretratos del IAF 1987, Noche de Arte 2007, 2008 y 2009, Salón Nacional de la fotografía – ICPNA 2008, Bienal del Bronx – Nueva York 2010, Photosíntesis – Centro de la Imagen 2011, ExpoPhotoPerú – Miami, Museum of The Americas 2011. Asimismo lleva a cabo proyectos personales como “Verte MirArte” con cámaras Pinhole para niños de Villa María del Triunfo, en paralelo a trabajos de catalogación fotográfica en instituciones, proyectos publicitarios y publicaciones del medio.

La inauguración incluye una performance de Kristhel Zoeger y Carla Coronado, y el vestuario es de la diseñadora Laura Carcelén.

VISIONES DEL CUERPO, PAISAJES DEL ALMA

Por: Guillermo Niño de Guzmán

A diferencia de los acercamientos habituales que exploran la belleza o fealdad de la apariencia humana, Pilar Pedraza elabora un discurso visual que no se limita a la contemplación de las formas y volúmenes corporales sino que incorpora una mirada caleidoscópica, de tal modo que ya nada es lo que parece y todo se regenera sin cesar. Así, sus fotografías revelan una percepción mucho más íntima y compleja del cuerpo, que trasciende su ámbito físico.

Por ello, su propuesta supone una indagación espiritual antes que una celebración carnal. Dueña de sus recursos expresivos, Pedraza se preocupa por registrar los pliegues y texturas de la piel, los surcos y ondulaciones que, vistos en primerísimos planos, sirven para componer una suerte de tapiz que rebasa la dimensión de lo figurativo y se convierte en una realidad abstracta que apela al esplendor de los sentidos.

A fuerza de observar -reparen en esas miniaturas que la fotógrafa nos invita a mirar con una lupa, como si fuéramos inquietos fisgones (lo que finalmente somos, desde luego)-, se potencia una sensualidad que, pese a la observación minuciosa, casi voyeurística, de la desnudez, supera las resonancias eróticas.

Porque, en  definitiva, lo que le interesa a la fotógrafa es crear un cúmulo de sensaciones y estímulos más poderosos y vibrantes. Si no, ¿cómo entender aquellas hermosas imágenes impregnadas de albura, donde apenas se insinúan líneas de sombra, velos sugerentes que promueven una atmósfera plácida y evanescente? ¿O aquellas otras, tan perturbadoras, de tejidos acuosos, viradas al rojo, que parecen simular los líquidos que alberga el cuerpo, el chorro sanguíneo que fluye bajo la piel?

No es fácil dar con una explicación racional, pero tampoco resulta necesario. Las fotografías de Pilar Pedraza valen por sí mismas, ya sea por su motivación y sentido implícitos, ya sea por el puro goce que suscitan los colores, aromas y texturas que emanan de su prodigioso contacto visual con el cuerpo.