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Vargas Llosa será invitado de honor en Feria del Libro de Guadalajara

Publicado el 29/09/11

Guadalajara, set. 29 . La Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara celebrará sus 25 años con nueve días de “lo mejor de la literatura latinoamericana”, cita que será engalanada por la presencia de los nobeles literarios Mario Vargas Llosa y Herta Müller.

Esta edición, que tiene a Alemania como invitado de honor, “es además un reconocimiento a Latinoamérica”, dice a Télam Myriam Vidriales, vocera del encuentro editorial más importante de Iberoamérica.

“La idea es que por fin América Latina diga esto es lo nuestro, esto es lo que queremos enseñar y mover; que no sea la única posibilidad que vengan de afuera con otras sensibilidades a contarnos qué leemos y qué escribimos”, postula Vidriales.

Este año la consigna es “celebrar el cuarto de siglo fomentando con orgullo las letras y proyectos editoriales en lengua española, especialmente los de este lado del Atlántico, haciendo hincapié en el intercambio de autores locales en la región”.

Por eso lanzaron el proyecto “Los 25 secretos mejor guardados de América Latina”: 25 autores de 27 a 50 años muy reconocidos en sus países de origen y fuera de continente pero poco leídos a lo largo de América, se darán cita en Guadalajara del 26 de noviembre al 4 de diciembre próximo.

El objetivo es “conocernos entre latinoamericanos y que nuestra literatura circule entre nosotros, abrir el camino y romper la inercia que mantiene cerradas las fronteras a escritores de primera puertas adentro del continente”, indica Vidriales.

Fabián Casas, Fernanda García Lao y Hernán Ronsino son los argentinos elegidos por la FIL para la ocasión, “una compleja decisión” que incluyó viajes a cada país, encuentros con sellos independientes y comerciales y la lectura de cientos de libros.

Desde Guadalajara establecieron algunos lineamientos guías para realizar la selección, como la edad de los escritores, que tuvieran al menos dos libros publicados o que no hubieran recibido premios internacionales.

“Pero lo que nos importó sobre todo es que las obra fuera de gran calidad literaria -asevera-. Que los elegidos fueran creadores de historias y textos que mostraran la potencia de la literatura latinoamericana en este momento”.

Así convocaron a la salvadoreña Jacinta Escudos; la hondureña María Eugenia Ramos; la boliviana Giovanna Rivero; la mexicana Daniela Tarazona y sus pares Emilio Monge y Pablo Soler Frost; junto al uruguayo Dani Umpi y los colombianos Juan Alvarez, Andrés Burgos y Luis Miguel Rivas.

“El camino fue arduo. Podrían haber sido más pero 25 era un número simbólico importante este año para la FIL”, agrega sobre la selección que incluyó a los chilenos Francisco Díaz Klaassen, Diego Muñoz Valenzuela y Nona Fernández; los ecuatorianos Luis Alberto Bravo, Eduardo Varas y Miguel Antonio Chavéz.

Asimismo, al nicaragüense Ulises Juárez Polanco; el guatemalteco Javier Mosquera Saravia y el venezolano Roberto Martínez Bachrich.

En este marco, destacó la “gran complicidad entre la FIL y los sellos independientes -los mismos que les mostraron al panameño Winter Melo y el peruano Enrique Planas, también seleccionados- porque, en un momento complejo de la industria, son ellos lo que hacen las apuestas más arriesgadas”.

“Son los mejores ‘scouts’ (descubridores) de talentos y vanguardias en contacto directo con la efervescencia literaria se enamoran de sus autores, se apasionan de ellos a veces sin gran éxito comercial pero como un caja de resonancia magnífica de la ruta literaria actual”, dice.

Ocurre que en sus paneles, conferencias, entrevistas y reuniones de trabajo la feria estará atravesada “muy fuertemente” por el derecho del mercado editorial latinoamericano.

“Sabemos que los derechos no pueden ser universales para el idioma español y que podemos crear un mercado interno de derechos regionales donde un editor salvadoreño pueda asociarse con un portorriqueño de una manera y con un paraguayo de otra”, grafica.

Actualmente España y Estado Unidos definen el mercado editorial americano, concede: “por eso digo que precisamos que los libros y autores circulen dentro del continente”.

“Es como el sueño bolivariano editorial y las nuevas tecnologías lo hacen posible -consigna-: antes era costoso enviar originales de un país a otro, ahora existen tecnologías que permiten cuidar esos documentos y despacharlos en forma fácil y barata siempre que la impresión se asuma en el país de destino”.

A su entender, el mercado presenta “tácticas comerciales caducas que responden a otra forma de pensar el mundo: antes un escritor se alegraba si un gran grupo lo contrataba para el mundo español -que era España y algún país americano-; hoy el mayor mercado en español está en Estados Unidos y cuatro de cada 10 hispano hablantes viven en México”.

Esto marca cambios que no se tradujeron del todo en lo comercial pero que la FIL Guadalajara muestra claramente -“grandes sellos tienen autores que se conocen en un solo país latinoamericano”, acota- con un programa diseñado sobre el concepto de “más libros para más gente”.

Los retos de la industria frente al libro electrónico es el otro gran tema que cruza la feria, que en su 25 aniversario busca actualizar los ejes de discusión: “en América Latina se teoriza sobre su advenimiento cuando ya está aquí, lo que ahora hay que saber es qué herramientas adquirir para convertirse en editor de E-books”.

“El punto es salirse de los discursos ajenos que ubican a Latinoamérica a un costado, por eso este año nos ponemos de manteles largos para recibir lo mejor de nuestra literatura. El futuro ya está aquí”, concluye.



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