Entre el 15 y 21 de septiembre, 8 de los 18 Estados independiente hispanoamericanos celebran sus días nacionales (Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala, México, Chile y Belice).
Esto es una coincidencia difícil de igualar en otras regiones y que marca el inicio del Mes Hispánico de EEUU, y que otras naciones no latinas (como Inglaterra, Alemania o Japón) deberían emular.S
Cada una de estas fechas, que muestra una distinta evolución, las comentaremos según orden cronológico.
El 16 de Septiembre de 1810 fue el grito por la soberanía del país más nórdico de América Latina (México) y 2 días después (el 18) se produjo el del más austral de todos (Chile).
Esos movimientos no pedían una república independiente sino reformas dentro de la monarquía española (la misma que estaba apresada por Napoleón).
México y Chile son antípodas en sus geografías y destinos. Mientras México tiene muchos mestizos e indígenas, nació como un imperio, sufrió invasiones de EEUU y Francia y llegó a ser casi un sistema de partido único en los últimos 2/3 de siglo del siglo XX; Chile fue una república europeizada, que invadió en vez de ser invadida y que llegó a desarrollar una de las democracias multipartidarias más longevas del continente hasta sufrir una de las autocracias más prolongadas de los Andes.
Si el primero es el país americano que más áreas perdió después de su descolonización, el segundo es la república hispana que proporcionalmente más se ha extendido territorialmente.
México se redujo de 5 millones a menos de 2 millones de kms2. A poco de emanciparse se le separó primero toda su franja sur (dando paso luego a media docena de Estados centroamericanos) y después todo su norte fue anexado por EEUU.
Chile, en cambio más que duplicó su original tamaño. A diferencia de los incas, aztecas, mayas, guaraníes, chibchas, arahuacos y caribes que fueron sometidos por los españoles, los mapuches supieron conservar sus reinos frente al virreinato. Ellos perdieron su independencia ante el Chile independiente.
Entre 1863 y 83, Chile derrotando militarmente a esa nación india (que llegó a tener un rey europeo para legitimarse) se preparó para su futura guerra con Bolivia y Perú de 1879-83. Tras esos conflictos, Chile acabaría convirtiéndose en la única república del planeta basada en una estrecha franja vertical de más de 8,000 kms. de largo.
El 15 de septiembre de 1821 Centroamérica declaró su independencia. Tras haber sido brevemente parte del imperio mexicano se conformó como una federación que antes de la década de 1840 explotó en 5 pequeñas repúblicas (Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala).
El 18avo país independiente hispanoamericano no es Puerto Rico (que sigue dentro de EEUU) sino Belice, el último país hispano en haberse independizado y el único rincón latinoamericano regentado por Elizabeth II.
Este 21 de septiembre Belice cumple su 30 aniversario. En las 12 décadas previas a 1981 se le conoció como Honduras Británicas, aunque Guatemala la reclamó, pues antes fue parte suya, así como también en el pasado lo fue de Nueva España, México, Centroamérica y los mayas.
México llegó a ser el modelo de una revolución popular nacionalista y de un sistema presidencial donde todos los mandatarios eran electos por un solo sexenio seguido, y desde 1934 al 2000, con un solo partido en el poder.
Chile, tras ser un ‘ejemplo’ de democracia donde los partidos se alternaban en palacio pasó de ser un modelo de cómo no se pudo lograr el socialismo por la vía constitucional para ser uno de monetarismo que imitarían hasta sus antiguos enemigos de lo que fuera el bloque soviético y luego, en las últimas 2 décadas, en uno en que la izquierda pasó del discurso marxista a ensamblar 4 gobiernos seguidos con economías liberalizadas.
Centroamérica ha logrado mantener varios tipos de bloques económicos (siendo el actual el SICA) pero no ha podido integrarse políticamente o, si quiera, tener un miso modelo social y político.
Nicaragua es uno de los países más pobres del hemisferio, que más exporta migrantes (y más depende de sus remesas) y su gobierno es liderado por un ex guerrillero que apoya a los ayatolas iraníes o a Gadafi contra EEUU, mientras que su vecina Costa Rica tiene uno de los niveles de vida más altos de Latinoamérica, absorbe más mano de obra externa de la que exporta y está dirigido por socialdemócratas conservadores muy pro-EEUU y pro-TLC.
En El Salvador tuvo al único partido de derecha en las Américas (ARENA) que logró algo que ni los republicanos norteamericanos consiguieron: elegir 4 sucesivos presidentes constitucionales. Aunque hoy la ARENA ha sido reemplazada por otra antigua guerrilla (FMLN), la misma que, en vez de mantener un discurso radical anti-imperialista tipo sandinista, sigue a Lula (de cuyo partido es la primera dama) e hizo que su país fuese el único del istmo que recibiese a Obama en su gira a Latinoamérica.
En Honduras un presidente de un partido históricamente de derecha (Zelaya) se fue izquierdizando hasta que fue depuesto por un golpe, el mismo que, a la postre, ha dado lugar a una legitimización de un nuevo gobierno conservador. En Guatemala la centroizquierda en el poder ha sido incapaz de presentar alguna fuerza electoral significativa y será substituida por un gobernante más cercano a la línea conservadora del vecino México.