“¿A tu hijo le gusta vestirse bien? ¿Le gusta el fútbol? ¿Tiene una mejor amiga?”, consulta la aplicación, llamada “¿Mi hijo es gay?”.
Eso no es todo: según los criterios de la aplicación, también cuenta si antes del nacimiento la madre deseaba tener una niña, si lee diarios deportivos, si dedica mucho tiempo a peinarse o es fanático de ciertas cantantes. En total, el test contiene una veintena de preguntas-guía destinadas a los progenitores preocupados por la presunta homosexualidad de sus descendientes.
La encuesta para que las madres despejen la incógnita -la aplicación se promociona con la foto de una mujer, por lo que se presume que no sería aplicable a los padres- se comercializa por 1,99 dólares en el sitio de Android Market, propiedad de Google.
Más allá de la confiabilidad que pueda tener la fórmula que ofrecen estos emprendedores digitales -con la pretensión aplicarla a todos los casos individuales al estilo matemático-,son las conclusiones del test las que llevan a tildar a la aplicación de homofóbica.
Tras recorrer las 20 preguntas, surgen los resultados reclamados: si el test es positivo, se aconseja asumir la situación: “Tu hijo es gay, acéptalo”.
Pero en caso de dar negativo, la respuesta adopta un tono tranquilizador: “No tienes nada de qué preocuparte, tu hijo no es gay.”
“Si hay reclamos, las aplicaciones son controladas y, de ser necesario, removidas”, agregó el vocero.
Y aunque Apple, el inventor del sistema de aplicaciones, sí controla la de su “Appstore” antes de publicarlas, hace pocos días también cayó en la trampa y tuvo que remover un programita para iPhone llamado “¿Judíos o no judíos?”, que suscitó protestas entre la comunidad francesa de ese origen.