El Gobierno de Cuba autorizó la compra y venta de autos, prohibida durante medio siglo, una de las medidas más esperadas de las reformas del presidente Raúl Castro, según un decreto publicado este miércoles.
El Gobierno permitirá comprar carros nuevos en entidades comercializadoras a extranjeros que viven en Cuba de forma permanente y a los cubanos que obtengan ingresos en divisas o pesos convertibles -equivalente al dólar- por “su trabajo en funciones asignadas por el Estado o en interés de éste”, para lo cual deben tener permiso del Ministerio de Transporte.
Según el texto, la autorización se entregará “una vez cada cinco años” a partir de la entrada en vigor del decreto este miércoles. En el caso de los extranjeros residentes temporales podrán comprar los autos en Cuba o importarlos, con un límite de hasta dos durante su estancia en la isla.
Hasta ahora los cubanos solo podían comprar y vender los modelos de antes del triunfo de la revolución de 1959, casi todos de fabricación estadounidense, conocidos popularmente como “almendrones“.
Decenas de miles de profesionales, que pudieron comprar autos soviéticos otorgados por su trabajo antes de 1990, podrán venderlos a cualquier cubano o extranjero residente, que podrá tener más de un coche.
También estarán incluidos autos modernos, que durante los últimos años, han podido importar o comprar de segunda mano artistas y deportistas, así como médicos que han cumplido “misiones” oficiales en otros países, como Venezuela. Los cubanos que emigren -unos 38 mil anuales que engrosan una comunidad de casi dos millones en Estados Unidos, España y otros países- podrán vender sus autos antes de marcharse o transferirlos a sus familiares en la isla.
La medida entra en vigor a partir de este miércoles 28 de septiembre y está incluida en más de 300 medidas del plan de reformas que impulsa Raúl Castro, aprobado en abril por el VI Congreso del Partido Comunista.