Unos 1.300 obreros que trabajan en la reforma del famoso estadio Maracaná paralizaron sus actividades, después de que uno de sus compañeros resultara herido en un accidente en la obra que prepara al “templo del fútbol” de Río de Janeiro para recibir al Mundial de Brasil 2014.
Los casi dos mil trabajadores que detuvieron las obras también quieren mejores salarios para garantizar que el estadio esté listo para el año 2013, cuando debe disputarse la Copa Confederaciones, doce meses antes que la Copa del Mundo.El Maracaná será la sede de la final del certamen.
El líder del sindicato, Nilson Duarte, dijo el jueves que la huelga se decretó después de que un obrero sufriera lesiones menores, el día previo.
Indicó que se reunirían con los patrones para negociar sus exigencias. El viernes decidirán si continúan con la huelga o retoman las refacciones.
Las remodelaciones del Mineirao de Belo Horizonte ya sufrieron demoras por circunstancias similares a principios de año.