El presidente de Venezuela lleva 16 días convaleciente de una operación en Cuba.
Chávez fue intervenido de urgencia el viernes 10 de junio de un absceso pélvico. El malestar se produjo en medio de una gira que lo llevó a Brasil y Ecuador. Desde esa fecha, hace exactamente 16 días, permanece convaleciente en un hospital cubano. En todo este período sólo habló públicamente una vez, por teléfono.
Los antichavistas sostienen la necesidad de que el vicepresidente asuma el poder en el país. El diputado Américo de Grazia, de la opositora Mesa de Unidad Democrática, pidió que se califique la ausencia de Chávez como falta temporal, y que asuma el Vicepresidente de la República, tal como lo establece el artículo 234 de la Constitución. Además, exigió se ofrezca al país un parte médico diario acerca de la evolución de la salud del presidente.
El mandatario, desde La Habana, sí apareció a través de su cuenta de Twitter. Sin embargo, no utilizó la red social para ratificar o desmentir las diversas versiones sobre su salud.
Su vicepresidente, Elías Jaua, declaró a la prensa que “hay Chávez para rato” y que el las versiones se multiplican porque la oposición “sabe que no puede ganar las elecciones y por eso siempre andan a la espera de cualquier situación para intentar dar un zarpazo”.
Por su parte, el diario El Nuevo Herald de Miami publicó que, en base a fuentes de inteligencia estadounidenses, Chávez “se encuentra en un estado crítico, no grave, pero sí crítico, complicado.
En los medios venezolanos brotan las especulaciones que aseguran que el mandatario venezolano debió ser operado por una enfermedad grave, debido a los tiempos de hospitalización que no coinciden con los diagnósticos presentados públicamente. Mientras el propio Chávez no lo desmienta y regrese a Venezuela, el misterio no se disipará.