El presidente de la República, Alan García Pérez, pidió hoy perdón al pueblo japonés por el grave atentado que las autoridades y el pueblo peruano cometieron en el año 1941 contra los derechos humanos y la dignidad de japoneses y peruanos japoneses.
Señaló que si bien las relaciones entre Perú y Japón han sido amicales, de aporte y armonía, también han tenido graves problemas, como en ese año, cuando miles de japoneses y sus hijos nacidos en Perú fueron arbitraria e ilegalmente detenidos, muchos deportados a Estados Unidos y otros encerrados en alambradas en Ancón.
El Mandatario detalló aún más, y recordó que aprovechando de esa situación, turbas de bandidos asaltaron sus viviendas y negocios y ocuparon sus bienes, con lo cual se perpetró contra ellos un atentado respecto del cual el Gobierno peruano ha pedido perdón.
“Es fácil dejar al olvido y al silencio temas en los cuales tanto el gobierno peruano de entonces como parte de la población de Lima, cometieron un grave delito”, expresó.
Mencionó que como consecuencia de estos hechos, muchos de los deportados no volvieron, muchos de los encerrados vieron sus bienes y comercios desaparecidos y muchos no pudieron recuperar sus granjas ni sus tierras agrícolas.
“Todo eso no puede quedar en el silencio como si nada hubiera ocurrido, y como yo soy amigo de Japón y admiro la cultura japonesa, pido perdón por quienes cometieron esos actos delictivos porque hirieron la relación de dos pueblos que se han hermanado por la migración y la coincidencia de sus destinos”, sostuvo. En ese sentido, les pidió mirar hacia el futuro después de haber reconciliado los espíritus.