Lima, jun. 16 . Acaba de abrir el público, en la galería del Británico de Miraflores, la exposición del artista Alejandro Gonzales Trujillo, “Apu-Rimak”, uno de esos artistas peculiares en la historia del arte peruano del siglo XX.
Estuvo involucrado en redescubrir el mundo prehispánico como cercano al indigenismo de Sabogal, pero a la vez abierto a la experimentación de las vanguardias europeas.
Bajo la curaduría de María Sol Romero, la exposición presenta cuadros que van desde el cubismo y el surrealismo al dibujo naturalista, con temas como la Guerra Civil Española o procesiones y santos populares peruanos.
Desde el óleo a los dibujos y las ilustraciones de carátulas, evidencian la búsqueda no solo de un estilo propio, sino de la fusión en sí misma, de una identidad en el cambio.
Artista trascendente
Romero cuenta que el artista viajó por todo el Perú a raíz de su trabajo en el equipo del Museo de Arqueología como investigador, al lado de luminarias de la arqueología como Julio C. Tello y Luis E. Valcárcel.
Luego, en 1937, viajaría a París, donde tuvo contacto con los movimientos más importantes.
Sin embargo, esa particularidad puede haberlo invisibilizado un poco. “Apu-Rimak estaba un poco desaparecido de nuestra historia, en parte porque no se exhibía mucho, incluso a veces no firmaba sus cuadros”, revela Romero.
Y añade que era un hombre reservado, pero tenía amigos y discípulos. “A su modo, fue muy influyente, sobre todo como profesor en Bellas Artes, cuando fue amigo de Ugarte Eléspuru, maestro de Víctor Delfín”, explica.
Tras la leyenda
“En mi último año estudiando arte en la PUCP buscaba pintores cubistas peruanos, y encontré a Apu-Rimak en Introducción a la pintura peruana, libro de Mirko Lauer”, cuenta Romero.
Al buscar los cuadros en museos o galerías, vio que no había muchos, por lo que debió seguir su pesquisa en colecciones particulares, en un trabajo de hormiga.
Y al parecer queda mucho todavía por descubrir. “Algunos bocetos de dibujos deben haberse convertido en óleos gigantescos, por no hablar de cuadros de los que se tuvo noticia y ahora no están”, aclara la curadora.
Era un innovador
Para la crítica Élida Román, la importancia de Apu-Rimak es que “es un innovador”, pues “se interesa en el tema indígena y local, pero al mismo tiempo se da cuenta que son compatibles con renovaciones estéticas como el cubismo”.
Para Román, Apu-Rimak forma parte del grupo de artistas híbridos, que mezclan varias tradiciones de manera armónica.
Hoy, a las 19:30 horas, se realizará en la misma sede del británico, un conversatorio sobre el artista a cargo de Víctor delfín y Juan Villacorta.
Y el miércoles 22 de junio, a las 19:30 horas, se presentará el catálogo de la muestra con palabras de Mirko Lauer, Élida Román y la propia curadora.