Según la consultora Deloitte, los clubes de la Premier League y la Segunda División de ese país ya acumulan un déficit por casi un billón de dólares.
La mencionada consultora indicó que las pérdidas antes de impuestos de las 20 instituciones de la principal categoría en la temporada 2009-2010 fueron de casi 730 millones de dólares, lo que representó un sustancial incremento respecto a los US$ 451 millones del año anterior.
Sin embargo, el informe destaca que las cifras han mejorado en la Segunda División, con un déficit de 226 millones de dólares. Pero en el conjunto de las dos ligas profesionales las pérdidas acumuladas al final de la temporada pasada multiplicaron por cuatro las registradas en la de 2008-2009.
Con una deuda neta combinada entre los 44 clubes involucrados por una suma de US$ 5.740 millones, la mayoría de las pérdidas las sufren Liverpool, Manchester United, Manchester City y Chelsea, todos ellos propiedad de multimillonarios.
Deloitte recordó que en 2012 los equipos ingleses se verán sometidos a las nuevas reglas de “juego limpio financiero” implantadas por la UEFA, que pretenden que las entidades deportivas tengan una situación económica estable y sin déficit acumulados.
Según el informe, el porcentaje de los ingresos que las instituciones destinan al pago de los sueldos de sus profesionales creció el año pasado hasta el 68%, un porcentaje que no obstante mostró claras oscilaciones en función del club del que se trate.
Mientras el Manchester United destinó un 46% de sus ingresos a los salarios, sus vecinos del City destinaron un 107%. Aunque el club que más gastó fue -por séptima temporada consecutiva- el Chelsea, que le abonó a sus futbolistas un total de 285 millones de dólares.
Detrás de la entidad comprada por el oligarca ruso Roman Abramovich en 2003 figuraron el Manchester City (US$ 218 millones); el Manchester United (US$ 216 millones); el Liverpool (US$ 198 millones); y el Arsenal (US$ 182 millones).
Deloitte subrayó que “el incesante incremento de los sueldos” ha provocado que los márgenes de beneficio operativo de los clubes hayan pasado del 16% al 4%, desde que se creó la Premier League en 1992.
Jones indicó que en el caso de los clubes de la parte alta de la tabla, el pago de los salarios no es un gran problema, dado el alto nivel de ingresos que tienen estos equipos. Y que esto tampoco es un inconveniente de relevancia en la parte baja, donde se ha instalado la “disciplina salarial”.
“El mayor problema son los clubes de mitad de la tabla, que no llegan a clasificarse para las copas europeas, pero tampoco están amenazados por el descenso”, agregó el titular de la prestigiosa consultora.
Jones explicó que estos equipos no se aprietan lo suficiente el cinturón en materia salarial, al no ver amenazados sus derechos televisivos por estar en la Premier. Pero como no pueden acceder a los suculentos ingresos que genera la UEFA, terminan siendo víctimas de una peligrosa situación de desequilibrio financiero.