Lunes, 29 de Abril del 2024
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“El espectro de Italia 2006”

Publicado el 10/06/11

LIMA – Las elecciones peruanas bien pudieron haber terminado con un resultado en el cual quien hubiese sacado más votos en todo el país hubiese perdido debido al voto del exterior, tal como aconteció en Italia hace 5 años.

En Perú 2006, los perdedores alegaron que ganaron en todo el país, pero perdieron en Lima. Hoy la derrotada puede decir que le vencieron debido a la ventaja que le sacaron en Cusco más Arequipa o en Puno más las demás zonas con fuerte presencia aymara.

No obstante, pocos podrían pensar en sacar a dichas regiones del Perú o proponer eliminar a esos electorados para futuros comicios, o en cuestionar los resultados generales. Sin embargo, eso no pasaría en el hipotético caso de que alguien hubiese llegado a la Presidencia debido a la ventaja obtenida en los consulados. En dicho caso, dentro de los perdedores hubiese surgido un resentimiento contra la diáspora, intentos de quitarles el derecho al voto o un sentimiento de frustración que bien podría haber desembocado en disturbios, huelgas e incluso uno o más insurgencias o golpes militares.

La situación más cercana que se me ocurre es la de Italia del 2006. Entonces el derechista Berlusconi, pese a haber ganado en el territorio nacional, perdió el gobierno por un 0.1% debido al voto de sus expatriados. Empero, Italia es un país que tiene una democracia parlamentaria que entonces tenía 6 décadas de existencia continua y en la cual el Legislativo puede obligar a un adelantamiento de las elecciones generales. De hecho Berlusconi tardó unas 100 semanas más en llegar al poder, en el cual él sigue hasta hoy.

Empero, el Perú es una república presidencialista que tiene mandatos quinquenales fijos y, además, una sociedad muy polarizada.

Para ninguno de los partidos peruanos esta situación sería la óptima. Los inversionistas (la mayoría de los cuales prefería a Keiko) no hubiesen estado tan tranquilos en una situación en la cual ella ganase teniendo a la mayoría del país en contra desestabilizando a la sociedad y a la economía.

Para todos los sectores sociales, políticos y económicos del Perú, urge integrar plenamente a la diáspora peruana (que representa un 10% de su población e ingresos en divisas) en los 3 poderes del Estado. Se requiere que ellos tengan su propia representación parlamentaria, que todos los líderes partidarios les visiten (así como hacen giras a provincias) y que las encuestadoras les tomen en cuenta, pues sino nunca podrán saber el pulso exacto.

Los nacionalistas que allí tienen a su gran talón de Aquiles sólo tienen posibilidades de revertir su pésima situación dentro de los PEX si fuesen capaces de cumplir sus promesas electorales y este 28 de julio anunciar dar un viceministerio, un distrito electoral y una serie de reformas para ellos.



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