Los titulares europeos anunciaron, en un comunicado, que habían acordado “por unanimidad” en una reunión en Bruselas “una asistencia financiera en respuesta a la petición de las autoridades portuguesas”.
El monto de 78.000 millones de euros (110.000 millones de dólares) será concedido durante un período de tres años en contrapartida de un severo plan de austeridad, cuyas condiciones fueron acordadas con Lisboa a principios de mes.
Los europeos financiarán dos tercios de la ayuda y el Fondo Monetario Internacional (FMI) el resto, siguiendo el mismo esquema que se aplicó para los rescates de Grecia e Irlanda en 2010.
Portugal deberá reforzar principalmente el capital de sus bancos, llevar a cabo privatizaciones y reformar el sistema de sanidad y la administración pública con el fin de reducir su actual déficit de 5,9% del Producto Bruto Interno (PBI) al 3% autorizado por Bruselas en 2013.
La aplicación del plan se traducirá, no obstante, en una contracción del PBI luso en 2011 y 2012, según las previsiones de las autoridades.
Hace un año, Grecia fue el primer país en requerir un salvavidas de la UE y el FMI por 110.000 millones de euros para evitar la bancarrota y unos meses más tarde se sumó Irlanda, que obtuvo un paquete de 85.000 millones de euros. (AFP)