Ni hombres ni mujeres estadounidenses figuran, desde este lunes, entre los diez mejores del ranking de la ATP y la WTA.
El fenómeno se produce por el descenso en el ranking de Williams, actualmente inactiva.Jugó por última vez en Wimbledon, en julio, y permanecía décima gracias a las intrincadas cuentas del sistema. Ahora, es número 17. La ganadora de 13 Grand Slams se vio afectada por una serie de lesiones y enfermedades después de ganar el tradicional torneo inglés en 2010, además de no haber puesto nunca el deporte como prioridad en su vida.
Los Estados Unidos, que reinaron en las canchas durante años, se ven afectados por el mismo problema en el cuadro masculino. El marcado descenso de Roddick en las últimas temporadas, inicio de sus frustraciones, y la falta de exponentes jóvenes que se inserten entre los mejores en un futuro inmediato vislumbran un 2011 negativo, lejos de alcanzar grandes victorias.
La mayor preocupación es que, a pesar de los millones que invierte la federación nacional, por ahora no ha surgido una nueva esperanza en las jóvenes generaciones estadounidenses. Ryan Harrison, de 18 años, y Sloane Sthephens, que eran a los que se veía con mayores posibilidades, aún no han dejado su huella.
Los Estados Unidos dieron al mundo más cantidad de números uno que ningún otro país:Jimmy Connors, John McEnroe, Chris Evert, Pete Sampras, Andre Agassi, Jim Courier, Tracy Austin, Andy Roddick, Lindsay Davenport, Venus Williams, Serena Williams y las nacionalizadas Martina Navratilova y Monica Seles.