El Manchester United logró hoy su decimonoveno título de Liga tras empatar 1-1 con el Blackburn Rovers gracias a un penalti cometido por el portero Paul Robinson sobre el mexicano Javier Hernández en la segunda parte, que Rooney supo resolver de manera magistral.
El United pagó caro el descanso de Edwin van der Sar, su portero titular, al que Alex Ferguson quiso cuidar esta semana para no agotarlo en exceso antes de la final de la Liga de Campeones, el 28 de mayo.
El polaco Tomasz Kuszczak fue el encargado este sábado de salvaguardar la meta de los “diablos rojos” en el partido en casa del Blackburn Rovers, correspondiente a la trigésimo séptima jornada de Liga.
Un minuto y medio fatal, el único de descuido en el Manchester, permitió una opción de gol al Blackburn que le vino demasiado grande al suplente Kuszczak, de 29 años. Se equivocó en el cálculo y, por no despejar a córner y evitar un peligro inminente, tomó la decisión más perjudicial del equipo.
El momento cumbre del partido llegó en el minuto 69, de la mano de “Chicharito”. El delantero mexicano Javier Hernández se dirigía a puerta con el balón y el portero del Blackburn, el inglés Paul Robinson, se sintió tan amenazado por la cercanía de la joven promesa que salió en el instante más inoportuno a detenerlo.
Metió el brazo entre sus piernas y Hernández tropezó. Acabó en el suelo y, pese a que el juez de línea no había levantado el banderín, el árbitro dio la razón al Manchester y lo congratuló con un penalti a su favor.
El encargado de ejecutarlo, Wayne Rooney, acertó e igualó el marcador. El club del norte de Inglaterra, el más antiguo del mundo con 133 años de historia se convirtió en el club más laureado de la Liga inglesa al alcanzar su decimonoveno título y superar así al Liverpool.