El animal, que vive a 30 kilómetros de la zona de evacuación obligatoria, no tiene orejas. Las autoridades de la planta anunciaron nuevos niveles de contaminación y temen que las tormentas perjudiquen aún más la central.
Además, los alrededores de Fukushima debieron ser evacuado para evitar el daño a los habitantes de la zona y poder esquivar una tragedia tal como la que ocurrió años antes en Chernobil.
Sin embargo, las consecuencias de la radiactividad se hicieron notar con el nacimiento de un conejo sin orejas. El acontecimiento tuvo lugar Namie Tsushima, una ciudad ubicada a 30 kilómetros de la zona de evacuación obligatoria.
Por su parte, Tepco, la operadora de la maltrecha central de Fukushima, reconoció hoy que la planta no está totalmente preparada para las fuertes lluvias que se esperan en la zona, que podrían aumentar las filtraciones radiactivas.
Los pronósticos meteorológicos indican que el domingo y el lunes se registrarán fuertes precipitaciones debido a la llegada del segundo tifón de la temporada, el Songda, según la Agencia Meteorológica de Japón.
La firma lamentó hoy que no hayan cubierto a tiempo los reactores de la planta dañados por explosiones de hidrógeno, un plan que está previsto que comience a mediados de junio.
La revelación de nuevos datos se da un día después de que el gobierno japonés supiera que Tepco no había publicado toda la información disponible sobre radiación.
La información muestra un nivel máximo de radiactividad de 3.699 microsievert a la hora en un edificio cercano al reactor 1 el día 17 de marzo, aunque por el momento la medición más alta hecha pública eran los 11.930 microsivert registrados el 15 de marzo dentro de la planta.